Un retablo que resplandece

I.P. / Orbaneja Riopico
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Orbaneja Riopico interviene en la principal joya de la iglesia de San Millán Abad para limpiar y conservar su estructura de madera y restaurar sus principales imágenes, con la colaboración de Adecoar y del Taller de Restauración de la Diputación

Los trabajos en el retablo, obra de José Valdán, han sido ejecutados por la empresa Heritage. - Foto: Patricia

Mientras las imágenes de San Millán, patrono de la localidad, y de San Pedro y San Pablo continúan en el Taller de Restauración de la Diputación Provincial en el monasterio de San Agustín, el retablo mayor de la iglesia de Orbaneja Riopico ha recobrado el esplendor perdido a consecuencia de las humedades, la suciedad y el ataque de los xilófagos. 

Además, ya ocupa su lugar en el mismo la Virgen de la Asunción, la cuarta pieza que salió del templo para su restauración por parte de los profesionales de la institución provincial y que una vez recuperada ha viajado a Orbaneja para instalarse de nuevo en el destacado espacio que le corresponde en el conjunto arquitectónico. 

Orbaneja Riopico ha cumplido así uno de sus deseos, como era llevar a cabo las labores de limpieza y conservación del retablo. Estas han corrido a cago de la empresa Heritage Conservación y Restauración y han sido financiadas por el Grupo de Acción Local Adecoar, al que pertenece el municipio, que ha aportado 5.035 euros. 

Tras varias semanas de trabajo in situ, los trabajos han culminado retirándose el andamiaje y pudiendo contemplar el retablo en todo su esplendor que será mayor cuando las tres esculturas que faltan regresen al templo.

Por lo que respecto al retablo, más que de restauración cabe hablar de trabajos de conservación, no por ello menos importantes porque presentaba mucha suciedad que al final estaba afectando a la madera y la policromía. Así, las principales actuaciones se han centrado en retirar la suciedad, el polvo acumulado y los barnices oxidados, y retirar las varias capas de protección que se han dado a lo largo de los siglos.

Por otra parte, los ataques de xilófagos han atacado la madera provocando su deterioro, de tal manera que se ha procedido a sanearla y consolidarla con productos específicos en diversas concentraciones en los tramos del retablo donde más daño había provocado. Estas labores de conservación son al mismo tiempo preventivas, para evitar que el deterioro de esta estructura siga avanzando. 

Desde Heritage recalcan que no ha habido ninguna reconstrucción, pero sí se han pegado algunas de las piezas rotas y anclado otras que se habían desprendido o soltado. Finalmente, se ha dado al conjunto una capa para proteger la madera y subir el tono de la misma para conseguir una uniformidad similar a todo el retablo. 

La iglesia de San Millán Abad es una construcción del siglo XVI, de una sola nave dividida en cinco tramos y con torre posterior, del siglo XVII. El inmueble domina la población desde una pequeña elevación situada al norte de la localidad, convirtiéndose al mismo tiempo en un excelente mirador sobre el valle del río Pico. Entre los tesoros que guarda destaca una imagen de San Roque peregrino, un significativo detalle porque Orbaneja Riopico está enclavada en el Camino de Santiago y por su trazado pasan cientos de romeros anualmente.

Este trabajo en el interior del templo se va a completar con la colocación de un nuevo adoquinado en el exterior que sustituirá a las losas de piedra actuales que están en mal estado. 

Imagen mariana. Y si Adecoar ha financiado la limpieza del retablo, la Diputación se ha hecho cargo de las restauración de las cuatro principales imágenes del mismo, con un coste de 5.000 euros. El alcalde destaca y agradece la colaboración de ambas entidades.

En cuanto a la pieza de la Asunción de la Virgen, que ya ha retornado al pueblo, se trata de una imagen realizada en madera de pino, atribuida a José Valdán, autor igualmente del propio retablo.

La imagen mariana mide 145 centímetros de altura. Sus principales deficiencias eran levantamiento de la policromía, acumulación de polvo superficial, ataque de xilófagos especialmente en la parte inferior y zonas más blandas de la pieza, además de tener varias grietas en sentido longitudinal que pasan por la cara y la mano que tiene en el pecho. Algunas zonas han sido repintadas en el manto, además de que le faltan tres dedos de la mano libre, sin obviar daños por xilófagos en los rostros de los ángeles, a los pies de la Virgen. Todo ello se ha subsanado con el trabajo de restauración que ha pasado por la limpieza, fijación de policromías, consolidación de madera, eliminación de repintes, realización de piezas para la mano y la manga del vestido, estucado de lagunas y reintegración pictórica para acabar con una capa de protección final. Este mismo tratamiento se aplicará a las otras tres imágenes, las de San Millán, San Pedro y San Pablo que volverán al templo una vez restauradas.