Los alimentos disparan las ventas del mercado online comarcal

A.C.
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La oportunidad de vender productos en frío, habilitada en octubre, permite a los obradores artesanos llegar a toda España con merindadesplaza.es. La web ha recibido 16.000 visitas en sus siete meses

Los alimentos disparan las ventas del mercado online comarcal - Foto: A.C.

Los productos agroalimentarios artesanales están siendo los grandes vendedores en el mercado comarcal online, www.merindadesplaza.es, sobre todo, desde que el Ceder Merindades comenzó el pasado 24 de noviembre una campaña que se extenderá hasta el 8 de enero y con la que sufraga los gastos de envío de los más de 1.500 productos que 81 empresas exhiben en este gran escaparate electrónico. El desembarco de quesos, yogures, embutidos o semiconservas de anchoa en este 'marketplace' rural, único en Castilla y León, se produjo en octubre, tras alcanzar un acuerdo con una firma de mensajería para realizar envíos en frío a un precio razonable, pero en poco tiempo se han convertido en la categoría estrella .

El balance de los primeros siete meses del Merindades Plaza evidencia que los gastos de envío son una "barrera" para muchos consumidores que llenan su carrito digital, pero luego no compran porque no quieren asumir los gastos de envío de cada negocio, como explican desde el Ceder Merindades, entidad creadora y promotora de esta iniciativa, en la que lleva invertidos más de 70.000 euros. Por ello, el gerente del Ceder, Jose Ranero, avanza que "vamos a hablar con los comercios de estrategias de venta para eliminarlos".

El mercado digital de la comarca ha llevado productos a más de 25 provincias de España y la web ha alcanzado más de 16.000 visitas. Pero el Ceder Merindades quiere seguir apostando por esta propuesta y acaba de comunicar a sus negocios que cuentan con un bono de gratuidad para todo 2023. Los comercios y empresas firmaron un contrato, según el cual debían de comenzar a abonar una cuota mensual de 10 euros a partir de 1 de enero para sufragar el soporte que les da el técnico en comercio electrónico, Imanol Varela, el mantenimiento de la web y otros gastos. Pero será el Ceder el que asuma los 40.000 euros que costará el marketplace el próximo año.

Los alimentos disparan las ventas del mercado online comarcalLos alimentos disparan las ventas del mercado online comarcal - Foto: A.C.

Sus responsables dan por bien invertido todo este dinero, puesto que antes de que existiera Merindades Plaza, solo el 10% de los comercios habían probado la venta on line. Este proyecto "es una apuesta por digitalizar el comercio y ya hemos conseguido que prueben, testen y mejoren su formación en venta digital", resume Ranero.

Gustavo Pérez | Quesería artesanal El Carluque

"Nos estábamos planteando abrir la tienda electrónica y agradezco el esfuerzo que hace el Ceder"

La leche ecológica de cabra y la leche de oveja, esta última cada vez más escasa, junto con la sabiduría quesera de Gustavo Pérez hacen posible los yogures y quesos frescos, cremosos y semicurados que elabora la quesería artesanal El Carluque en Valdenoceda. Abierta justo hace tres años, esta pequeña empresa, que busca, sobre todo, la calidad, se estaba planteando la venta on line justo cuando el Ceder Merindades les ofreció la oportunidad de integrarse en Merindades Plaza. Por ello, Gustavo Pérez agradece "cualquier esfuerzo" de la entidad comarcal en unos momentos en que el mercado está "muy raro" por la crisis y la inflación.

Los productos de El Carluque, donde trabajan dos personas, se pueden comprar de forma física en sus propias instalaciones, así como en tiendas de Villarcayo, Medina de Pomar, Trespaderne, Oña y en once negocios de la ciudad de Burgos, donde el maestro quesero afirma que "los clientes cuentan con nosotros y demandan nuestros productos". Gracias al mercado on line, sus quesos y yogures llegan a Guadalajara, Sevilla, Lleida, Valencia, Madrid, Barcelona o Asturias, entre otros puntos, mucho más allá de lo que le permitían los canales convencionales.

Este emprendedor admite que esperaba menos ventas en el comercio electrónico, pero a renglón seguido explica varias claves que podrían explicar sus resultados: "Hemos hecho un gran esfuerzo de divulgación de Merindades Plaza en redes sociales y otros canales y hemos creado tres lotes de productos de Navidad que están teniendo bastante éxito". Quesos, yogures, miel, chocolate, mermelada y embutidos de La Serrana, otro productor valdivielsano, llenan estos atractivos lotes de entre 50 y 100 euros, un precio que asegura siempre al cliente los gastos de envío gratuitos.

Begoña Fernández | Conservas de Espinosa

"Un ciudadano alemán quería darle una sorpresa a su mujer española y nos pidió anchoas"

Begoña Fernández comenzó con 17 años a envasar anchoas en la antigua fábrica de Espinosa de los Monteros. Cuando su propietario la cerró hace diez años, ella llevaba 22 en su puesto. Por ello, decidió aprovechar su experiencia para levantar su obrador en Santa Olalla, a apenas un kilómetro de Espinosa, y emprender en 2016 con su propia marca, Conservas de Espinosa. Está "contenta" y admite que no se había planteado la venta on line hasta que le presentaron el proyecto de Merindades Plaza. Las dificultades y carestía de los envíos en frío fueron su mayor freno, pero ahora ha decidido dar el salto y ampliar su mercado con el apoyo del Ceder.

Muchos de sus clientes desconocen que las anchoas son una "semiconserva", que requiere una temperatura de 5 a 12 grados para conservar sus propiedades. Y ese era su talón de Aquiles. Hasta ahora vendía en las tiendas de Espinosa, Medina de Pomar, Villarcayo, Trespaderne y Villasana de Mena. Con el mercado comarcal on line ha llegado a Madrid y Barcelona y a punto estuvo de desembarcar en Alemania.

Un ciudadano germano quería darle una sorpresa a su mujer, que es española. Como el 'marketplace' comarcal no admite envíos internacionales, llamó directamente al Ceder y lograron encontrar un intermediario dispuesto a enviarle las anchoas desde Madrid. Pero finalmente, los gastos de envío se disparaban y no hubo acuerdo con el cliente alemán.

Begoña Pérez, que por temporadas cuenta con el apoyo de una trabajadora, se encarga de todo el proceso, desde limpiar o sobar las anchoas en salazón que compra en Santoña y siempre proceden del Cantábrico; lavarlas hasta el punto adecuado; secarlas; y limpiar todas las espinas una a una antes de enlatarlas con aceite de oliva.