El sueño de una noche de pandemia

G. ARCE
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El hostelero David Arnaiz aprovechó el parón de los confinamientos sanitarios y la desgracia de una inundación para dar rienda suelta a su mayor ilusión: abrir una sala de billares de última generación en su bar, el Sala Quince

David Arnaiz ya ha inaugurado su nueva sala de billares. - Foto: Christian Castrillo

David Arnaiz no se anda con medias tintas: se considera un friki del billar y ni todos los problemas del mundo han podido con su afición. Porque problemas, como todos los hosteleros, los ha tenido a montones durante los últimos meses. Pero, lejos de tirar la toalla, ha seguido con sus negocios (los bares Sala Quince y Burger Pool), sus 16 trabajadores en plantilla y ha logrado su reto personal de construir y abrir la sala de billares más cool y digital no solo de Burgos sino de toda Castilla y León.

El camino no ha sido nada fácil para este empresario de 40 años. El origen del proyecto es una catástrofe. El Sala Quince reabría sus puertas en calle Federico Olmeda (y sin clientes en barra) después de tres meses de confinamientos por la pandemia. A los pocos días de recuperar algo de actividad, el 3 de junio de 2020, una fuga de agua inunda todos los bajos del local, lo que es el salón del Club Deportivo de Billar + Pool, arruinando todas las mesas de juego, los suelos de moquetas y las instalaciones.

"Malvendí todo y llegué a plantearme si dejar todo esto como un almacén del bar, pero me dije: 'Voy a hacer lo que quiero'". Lo que David quiso fue una nueva sala de billar con 7 mesas con acabados de fibra de carbono y con la novedad -aún en pruebas- de que incorporan iluminación, cámaras de televisión, conexiones de red digitales que permiten jugar y retransmitir las partidas por las redes sociales y plataformas de pago por todo el mundo. Un proyecto de más de 60.000 euros, "un hobbie caro...", como reconoce.

"Las partidas son como videoconferencias. Tienes que cumplir unos requisitos de encuadres, ángulos y luz, incluso las bolas son de otros colores para ser perfectamente identificadas en la pantalla y poder observar todos los efectos", explica este jugador, que durante la pandemia ya ha competido a distancia con turcos en unas partidas digitales que se rigen por unas reglas propias.

Campeonatos.  El pasado domingo fue día de fiesta y de satisfacción por el sueño cumplido. Por fin podía acoger un campeonato en su bar, la primera prueba del circuito regional de billar, que reunió a aficionados de todas las provincias de Castilla y León (salvo Palencia). Los próximos 19, 20 y 21 de noviembre reunirá a 64 jugadores en Burgos, entre ellos, David Alcaide, Francisco Sánchez o Francisco Díaz Pizarro, que se encuentran entre los mejores billaristas del mundo.

"Son citas que generan actividad y consumo en Burgos. Espero a gente de Baleares, de Cataluña, de Málaga, de Córdoba... Comerán y dormirán en la ciudad, que se posiciona como un referente en una competición que ya es global", reflexiona.

A David le duele que el billar haya ido perdiendo afición con los años. Su club superó los 60 socios y ahora solo son 16. Defiende a capa y espada que es un deporte sano y noble, "la mejor cura contra el estrés" y una manera de convivir y relacionarse con competidores que terminan siendo amigos. "Los niños de antes sabíamos coger el palo y darle a la bola y hacer algunas carambolas, ahora no tienen ni idea y no saben lo que se pierden...".

Camino de tener su primer hijo, todavía le queda la espinita de haber dado continuidad a su proyecto de una escuela municipal de billar, enseñar a los más pequeños un mundo "maravilloso" que la tecnología ha tornado en global. "Ya doy clases particulares a alguna persona mayor, les pongo ejercicios y están encantados".

El dueño de la Sala Quince y Burger Pool tiene claro que ha acertado con su sueño y además es optimista respecto a la situación de la hostelería. La actividad de los bares se ha recuperado gracias, sobre todo, a la animación de las terrazas en la calle, "aunque los precios de todo -del café, las bebidas, luz...- se han disparado y aún no lo hemos repercutido".