Baldosas con marca de ciudad

J.M.
-

El vicealcalde, Vicente Marañón, rescata su idea de que Burgos tenga un pavimento singular a imitación de capitales como Bilbao o Lisboa

El vicealcalde, Vicente Marañón, se recrea con las vistas del Mirador del Castillo. - Foto: Luis López Araico

El vicealcalde, Vicente Marañón, tiene grabada a fuego aquella proposición que su partido, entonces en la oposición, llevó a un Pleno Municipal celebrado en diciembre de 2018 para convencer al resto de la Corporación para que se diseñe un tipo de baldosa con el que se identifique a Burgos, de la misma manera que en otras ciudades como Bilbao o Lisboa existe un pavimento característico que los distingue del resto de capitales. No han hecho mella en el número 2 del Ejecutivo municipal las burlas sobre este asunto que en algunas sesiones plenarias le han hecho otras formaciones como el PP. Aunque aquí cabe también recordar que los populares votaron a favor de lo que hoy ven como una ocurrencia. Y ya que se está por hacer memoria, entonces el PSOE, su socio actual y ahora defensor de la medida, no se puso del lado de Cs (se abstuvo).

El inicio del expediente para contratar el suministro de baldosas para la brigada de obras ha hecho que Cs haya decidido retomar la idea. No se cierran a las propuestas que ellos hicieron en su día de un tipo de baldosa que bautizaron como Clunia o de otra que denominaron Catedral. Con geometrías que recuerdan a los mosaicos de la ciudad romana o al templo gótico.

«Me hace especial ilusión», comentaba Marañón, que Burgos pudiera «replicar el modelo de la baldosa bilbaína» y «nos gustaría explorar la posibilidad de que las baldosas de nuestra ciudad que utilizásemos por defecto» fueran singulares ya que «es importe construir una marca de ciudad. Si de alguna manera podemos relacionar unas baldosas con Burgos sería lo mejor. No adelanto que vaya a ser posible, pero sí me gustaría valorar esta posibilidad e incorporar un cierto valor añadido». Siempre y cuando, tal y como añadió, reúnan las características técnicas que necesita la ciudad castellana y no supongo un encarecimiento.

Para Marañón, «lo que no tiene sentido es aplicar soluciones que probablemente sean estética y técnicamente adecuadas para el paseo marítimo de Benidorm (...)», criticó.

(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de este viernes o aquí)