La paciencia de los vecinos de Belorado afectados por los problemas de seguridad que plantean la travesía de la carretera N-120 a su paso por la localidad, con un intenso tráfico pesado y, a su juicio, pocas medidas de seguridad, está comenzando a agotarse, máxime cuando desde el Gobierno no han dado ninguna respuesta al escrito enviado por el Ayuntamiento reclamando dos pasos de peatones, uno a la entrada de la villa desde Logroño y otro a la salida hacia Burgos.

Mónica Alcalde, una de la vecinas afectadas, ya que su vivienda se encuentra en el barrio de Belén y se ve obligada a cruzar la carretera por una zona sin paso cebra, ha comenzado una campaña de recogida de firmas para exigir que adopte medidas para garantizar la seguridad de los vecinos. En apenas dos días ya ha recabado, a través de la plataforma change.org, más de 340 firmas, y esta vecina no descarta iniciar otro tipo de acciones para exigir esos dos pasos.

Alcalde recuerda que, accediendo dirección Logroño, en un kilómetro de la N-120 hasta ya llegar a lo que se considera el núcleo de la localidad (intersección Avenida Campo de los Deportes, Las Cercas y Avenida Burgos), «no encontramos ningún paso de peatones ni ninguna zona habilitada para acceder y atravesar de un lado a otro».

Alcalde denuncia que los vehículos no respetan los límites de velocidad establecidos hasta llegar al semáforo que está en ámbar intermitente y que se sitúa a casi 700 metros de la entrada a la villa, tramo con múltiples domicilios a ambos lados de la N-120, «donde los vecinos se ven obligados a tener que correr para cruzar la N-120».

Además de este paso en el barrio de Belén, exigen otro en la zona de ocio de El Vivero, en la intersección de la N-120 con la Ruta Jacobea.