Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Pataleta

05/02/2022

No es la primera vez que un diputado comete un error a la hora de votar, y probablemente no será la última. En una situación así solo cabe intentar la posibilidad de que la Mesa acepte corregir el desaguisado, lo que no ha sucedido nunca. Rajou cvotó una enmienda contra sus propios presupuestos, y Sánchez la ley del aborto del PP. Así son las cosas, y solo toca aguantar y asegurarse de poner la máxima atención la próxima vez.

El PP, y sobre todo el diputado Casero tienen motivos para sentirse desolados, pero de ahí a recurrir al Tribunal Constitucional y acusar a la presidenta del Congreso de malas artes hay un abismo. Alegan que el reglamento recoge una norma del 2012 que obliga a que el voto telemático sea confirmado con un telefonazo de un funcionario de la Cámara, pero esa norma se eliminó hace tiempo porque con el covid solo podían asistir presencialmente a las votaciones a un número mínimo de diputados y no había suficiente personal para hacer las llamadas-. Ahora además el voto telemático obliga a una confirmación, y hasta ahora nunca se ha dado un error informático.

La reacción del PP, comprensible al principio, cuando pensaba que se podía corregir el voto telemático con el presencial, se ha convertido en una pataleta que convendría detener antes de convertirse en ridícula. Tampoco vale el argumento de que el error de Casero ha impedido echar abajo la reforma laboral, ya que lo que en buena ley la habría echado abajo era el voto de los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro, cuyo presidente había prometido a Bolaños el voto a favor, y los dos diputados se negaron a cumplir las instrucciones del presidente de su partido.

El PP no ha gestionado bien su postura ante esta ley que ha provocado tanta polémica. Dentro del gobierno porque no cumple con la promesa de derogación de la que estaba vigente y, fuera, por la posición de los diferentes grupos parlamentarios. Mejor le habría ido al PP rompiendo el discurso triunfalista de Pedro Sánchez con una comparecencia de Casado explicando que era evidente que debían a votar a favor de la propuesta porque respetaba las líneas esenciales de la ley de Rajoy y Fátima Báñez, añadiendo que gracias a esa ley de Rajoy y Báñez el gobierno de Sánchez cosechaba importantes éxitos en las cifras de empleo. Sin embargo Casado y su equipo están tan empeñados en arremeter contra todo lo que hace este gobierno que son incapaces de hacer política denunciando que Sánchez acierta cuando da continuidad a una ley del PP.

Esa habría sido la postura inteligente, pero en Génova no ven lo que todo el mundo político ve: que de estrategia andan regular, y han hecho un favor a Sánchez con su rotundo no a la reforma. Y encima se equivoca un diputado miembro de la ejecutiva nacional.