En ocasiones el dinero que se llevan los ladrones es lo de menos comparado con los destrozos que provocan en los establecimientos que asaltan. Los dueños del bar Tendido 9, situado frente al Coliseum, lo han sufrido en sus carnes y dos veces con tan solo cuatro meses de diferencia. Un delincuente, porque debe ser el mismo a juzgar por el aspecto con el que se le ve en las grabaciones de las cámaras de seguridad, la ha tomado con su negocio tras comprobar lo fácil que resulta mover la tapa de una toma  agua de los bomberos, arrojarla contra la luna del local y colarse para llevarse la caja registradora.   

Esa es la operación que con acierto llevó a cabo en la madrugada del pasado sábado, a eso de las 4,30 horas. El caco, ataviado con una capucha que le ocultaba el rostro, se presentó en el número 2 de la calle Cascajera, se agachó para manipular la tapa metálica situada a pocos metros del establecimiento y la lanzó contra el cristal. Logró abrir el agujero perfecto para acceder al interior -con cuidado de no cortarse- y llegar hasta la caja registradora. No la forzó, qué va, se la llevó enterita para abrirla después en un sitio más seguro y con más tranquilidad. En su interior había unos 500 euros, el dinero suelto que se deja para tener cambio la mañana siguiente. «Después de dos veces que nos ha pasado la vaciaremos completamente cada noche al cierre», afirman.

El pasado sábado fue una vecina de la zona la que escuchó el estruendo del vidrio al partir, tras lo cual se asomó a la ventana y vio lo que estaba pasando (...).

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