La foto de una pareja dándose un beso junto a la Catedral en plena borrasca Filomena, en enero de hace dos año, se hizo inmediatamente viral. Entre las más de mil cien fotos que Juan José Asensio lleva colgando diariamente en las redes desde hace tres años también han sido enormemente compartidas algunas instantáneas de la cascada de Orbaneja (siempre triunfa) y otras muchas con los reflejos monumentales que dejan los charcos tras un día de lluvia (una de la Llana de Afuera obtuvo más de 12.000 visualizaciones y se compartió 300 veces).
Lo que empezó como una manera de mitigar la mala uva que se notaba en las redes durante el confinamiento, y una forma de mirar con otros ojos lo bueno que teníamos cerca, se ha convertido en un proyecto de difusión de la ciudad y provincia realizado con algo que todos tenemos: el teléfono móvil, uno de sistema operativo Android por si alguien se lo pregunta. «Me lo propusieron desde la cuenta Burgos en el mundo para cambiar la negatividad y mostrar cosas que merecían la pena. Y a la vez quería demostrar que hoy en día las posibilidades de hacer este tipo de fotos está al alcance de cualquiera», señala Asensio, que aunque estudió Imagen y Sonido no se dedica profesionalmente a la fotografía.
Ahora, tres años después, el que fuera alcalde del valle de Zamanzas ha hecho el camino inverso y ha recopilado todas esas imágenes en la página Burgosenmimirada.com: «Es un paso más. Porque al final las colgaba en las redes sociales pero se quedaban ahí y las tenía desordenadas en el disco duro. Quería un sitio para colocarlas y darlas un orden. Y el siguiente paso será, también en sentido inverso, pasar de lo digital a lo físico, porque estoy preparando una exposición», detalla apuntando como posible sede la Casa del Parque Natural de Montes Obarenes de Oña.
Porque contemplar lo que tenemos al lado puede sorprender tanto como lo que no conocemos. «Mira como quieras, pero mira», aconseja Asensio en su perfil de Twitter (@asensio_juanjo). Y eso es lo que hace combinando rincones de la ciudad y localizaciones de la provincia. «Desde que empecé voy con el móvil de otra manera. A veces te tienes que parar para observar despacio porque no terminas de ver lo que quieres o no encuentras lo que estás buscando, aunque no sepas lo que es -afirma entre risas-. Puede ser la luz, el bosque, lo que sucede en ese instante, la niebla...», afirma recordando que también recopila sus imágenes en calendarios.
Lo que deja ver el marco de una ventana, el bosque entre la carretera infinita, la ermita bajo el tamiz de una telaraña, una flor en primer plano, el sol entrando en un eremitorio, el atardecer en lontananza, las huellas de la nieve, la espesura de la niebla... Los rincones de siempre captados con la magia de un determinado momento y el ojo artístico del fotógrafo y perspectivas menos reconocibles que sorprenden por el encuadre, el detalle o la belleza natural del enfoque elegido.
Con ese objetivo Asensio recorre la provincia descubriendo también enclaves que no conoce, como la ermita de Nuestra Señora de Oca y la zona del embalse de Alba en Villafranca Montes de Oca, que ha explorado no hace mucho. «No deja de ser un escaparate personal desde el que animar a visitar rincones imprescindibles», dice aplicándose el cuento. «Es una forma abierta y libre de mostrar la provincia. Cualquiera pueda usar y difundir mis fotografías porque de esa manera se estará animando a conocer cada uno de los rincones que tenemos». Cada día, a las 8 de la mañana, cuelga una nueva imagen.