Durante dos horas, entre las 5 y las 7 de la tarde de ayer, el parque de bomberos de la capital ribereña estuvo cerrado. Un incendio en Baños de Valdearados llevaba a toda la dotación del turno a acudir al aviso. La voz de alarma la daban unos vecinos al ver la densa columna de humo que salía de la vivienda, situada en la calle Real, en cuyo interior estaban dos de sus habitantes, un padre y su hijo, viendo la televisión y sin percatarse de que las llamas estaban devorando el tejado del inmueble.
Los ocupantes de la vivienda pudieron salir ilesos y los primeros en actuar, mientras esperaban la llegada de los bomberos de Aranda, fueron los propios vecinos, que no dudaron en coger una manguera para intentar frenar las llamas, que acabaron con toda la techumbre, que se derrumbó, afectando también a parte del desván. Afortunadamente, con esta primera intervención vecinal y la profesional de los bomberos arandinos, el fuego no se propagó a ninguno de los edificios colindantes.
Desprotegidos. Los cuatro únicos efectivos que estaban en el momento del aviso en el parque arandino se desplazaron hasta Baños de Valdearados, dejando cerradas las instalaciones, custodiadas por una patrulla de la Policía Local y con aviso al Servicio de Emergencias 112 de que Aranda no tenía más efectivos disponibles, por lo que, de haberse activado otro aviso durante este margen de tiempo, no habrían podido acudir (...).
(Más información, en la edición impresa de Diario de Burgos de hoy miércoles o aquí)