La oportunidad de Arce

Á.O.
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El atleta burgalés compite en el Mundial de Oregón a las 4:20 horas de la madrugada en la final del 3.000 obstáculos «sin nada que perder»

Dani Arce tuvo que exigirse al máximo para alcanzar la final. - Foto: arcekaiman sportmedia

Dani Arce no tiene presión. Su objetivo era clasificarse para la final del 3.000 metros obstáculos en el Campeonato del Mundo de Eugene, Oregón (Estados Unidos) y lo logró con una gran actuación que le permitió clasificarse por tiempos. Por ello, ahora en la final, que será esta madrugada a partir de las 4:20 (horario peninsular español) llega «sin nada que perder y con mucho que ganar».

Será la primera vez en la que el competidor de New Balance entre en acción en una ronda final de un Mundial, pues en la otra edición en la que ha estado presente, la de Doha (Catar) 2019, se quedó en las series. Acabó noveno entonces, lo que no le permitió alcanzar un objetivo que, esta vez sí, ya tiene en el bolsillo al haber conquistado la última plaza por tiempos. Se la arrebató al estadounidense Bernard Keter, que acabó séptimo en la primera de las series y que hizo un tiempo casi un segundo peor que el burgalés.

Una mejora que también se ve reflejada en sus tiempos. En 2019 no pudo bajar de 8.31.69 minutos mientras el sábado pasado bajó hasta los 8:21.06 minutos. Una gran diferencia de diez segundos entre una edición y otra que le permitirá medirse a los mejores atletas del mundo en su categoría. Entre ellos estará el también español Sebas Martos, que hace unas semanas se consagró como campeón de España al aire libre, superando al propio Dani Arce, que se tuvo que conformar con ser subcampeón nacional.

La pareja española buscará protagonizar un buen papel frente a otros 13 atletas, aunque la potencia africana es inalcanzable. El marroquí Soufiane El Bakkali; los etíopes Lamecha Girma y Hailemariyam Amare; o los keniatas Leonard Kipkemoi Bett, Conseslus  Kipruto y Abraham Kibiwot son los atletas que buscarán colgarse una medalla del cuello, mientras que los españoles intentarán conseguir el mejor puesto posible siendo conscientes de que el podio no es su objetivo. El suyo es disfrutar una final a la que llegan sin presión tras ser la primera pareja española en ser finalista en los 3.000 metros obstáculos de un Mundial desde Helsinki 2005.