Suenan sones de despedida en la segunda planta del Consulado del Mar. El director de la Institución Fernán González, José Manuel López Gómez, culmina su mandato después de 13 años y la elección del nuevo batuta tendrá lugar el 15 de febrero a las seis de la tarde. Los 20 académicos numerarios se reunirán en la Sala de Comisiones de la Diputación en junta extraordinaria para debatir y votar las candidaturas que se presenten, normalmente suele haber una de consenso.
López Gómez, que accedió al cargo en 2009, pasará el bastón de mando a su sucesor con el gran reto por delante de conseguir una sede adecuada para la puesta en valor de los fondos de la entidad.
«Necesitamos una sede que reúna las características de dignidad, espacio y calidad suficientes para albergar en el futuro a la institución con todos sus fondos documentales. Llevamos trabajando en ello en el último año, pero debe ser definitivamente alcanzado», anota el aún director, que se reunió ayer con el presidente de la Diputación, y por tanto de la academia, César Rico, encargado de convocar las elecciones.
Y junto a más superficie para el desarrollo de todas sus tareas, quien llegue tendrá que pelear por dotarla de personal, tanto para organizar el día a día -la jubilación hace un año del administrativo del que disponían ha obligado a los académicos a asumir parte de su cometido- como para poner en valor el archivo y la biblioteca. «Tenemos que catalogarlos y hacerlos accesibles a los investigadores, de manera presencial y digital», incluye López Gómez como principales desafíos en la hoja de ruta del próximo director, a los que suma la continuidad en las líneas de trabajo ya iniciadas como la presencia en la sociedad civil, el incremento de los legados artísticos y documentales y la relación con otras instituciones.
Una labor que espera que le haga tan feliz como a él en estos 13 años, un tiempo del que realiza un balance muy positivo.
«La Institución Fernán González es la niña de mis ojos. He trabajado todo lo que he podido por su mejora, dentro de mis capacidades, que son limitadas, no soy supermán. He dedicado mi máxima entrega a favorecerla y potenciarla», se explaya al tiempo que echa la vista atrás y destaca el importante empujón dado a las publicaciones, incluido el boletín, que este año cumple su centenario; la incorporación de la mujer a la academia, vetada hasta su llegada; la concesión del patronato real y de las medallas de oro de la ciudad y de la provincia; o la relación con otras asociaciones, desde locales a internacionales, incluida la Confederación Española de Centros de Estudios Locales (Cecel), que en 2024 celebrará su reunión anual en Burgos.