Tras el éxito de la primera temporada de La Peste, la que fuera el debut de producción propia de ficción de Movistar+, llega una segunda con misterios que resolver y muchos interrogantes en el aire.
El canal de pago ya tiene disponible la serie La Peste completa bajo demanda. La nueva temporada constará de seis episodios de 45 minutos de duración. Rafael Cobos es el showrunner de esta segunda temporada cuyos dos primeros episodios han sido dirigidos por Alberto Rodríguez (La isla mínima, 2015, y El hombre de las mil caras, 2017) y los restantes cuatro, por David Ulloa.
Si La Peste que se vió se entendió como la metáfora del ser humano, en la segunda, es el crimen organizado. Es la amenaza y el miedo soterrado. El gremio de los ladrones. El hampa. El gobierno en la sombra de la ciudad. La Garduña.
La Peste mantiene las dimensiones de producción de la primera. Rodada íntegramente en Andalucía y, en su mayor parte, en escenarios naturales, ha generando un impacto en la industria de más de 500 empleos directos de profesionales del sector sumado a la participación de más de 2.000 figurantes.
Como adelanta Rafael Cobos, «En la primera temporada nos adentramos en el universo de La Peste a través de la mirada de Mateo (Pablo Molinero), casi un héroe renacentista, y la Sevilla que descubrimos en la serie la vimos a través de los ojos de un melancólico».
En las nuevas entregas Mateo está curado, ha conocido el Nuevo Mundo y es un aventurero. Ha recuperado las ganas de vivir, y descubriremos de su mano una Sevilla más luminosa, aunque igual o más corrupta, donde la mafia, controlada por La Garduña nos permite añadir a la serie más acción, hacerla coral. Como si de un Elliot Ness se tratara, Mateo luchará codo con codo con Pontecorvo, el nuevo Asistente de la ciudad, contra el crimen organizado».
Cinco años después de la última gran epidemia de peste, Sevilla ha conseguido reponerse. Sigue manteniendo el monopolio del comercio con las Indias y su prosperidad va en aumento. Pero también la población que se dispara alcanzando unos máximos históricos. El gobierno no es capaz de alimentar a sus habitantes ni de asegurarles unos servicios asistenciales mínimos. El descontento social crece y se cristaliza en el nacimiento de La Garduña, el crimen organizado, que ha tomado el control de la ciudad y alrededores.
El ente toma su nombre del depredador natural de la rata, un animal nocturno de la familia de los hurones y los armiños, de excelente vista, oído y olfato. La Garduña es descrita como una sociedad impregnada de secretismo y esoterismo, que mantuvo estrechos lazos con la Santa Inquisición, La Corona, la Corte y el poder.
Lejos de Sevilla, en Tierra del Fuego, Nuevo Mundo, Mateo (Pablo Molinero) recibe una carta de Teresa (Patricia López Arnáiz). Valerio (Sergio Castellanos) está amenazado de muerte por La Garduña y le pide que vuelva para ayudarlo. Su vida corre peligro.
La ciudad recibe a un nuevo Asistente, Pontecorvo (Federico Aguado). Su misión es poner orden en la ciudad y doblegar al hampa. Para ello se servirá de las dotes de Mateo y de la ayuda de un rufián infiltrado, Baeza (Jesús Carroza).
Teresa continúa la labor iniciada con Valerio (Sergio Castellanos) de rescatar a mujeres de la prostitución. Ahora con un peligro añadido. La prostitución ilegal se extiende por toda Sevilla bajo el control de la mafia. Enfrentarse a ella es jugarse la vida cada instante.