Valdivielso se desprende de la última calle del franquismo

A.C.
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La vía principal de Quecedo volverá a llamarse oficialmente calle Mayor. En la comarca prácticamente no quedan vestigios de la dictadura, aunque se discuten algunos nombres en Montija y Villarcayo

La que ha sido calle Generalísimo Franco hasta ahora y será calle Mayor en Quecedo de Valdivielso. - Foto: A.C.

La localidad de Quecedo en la Merindad de Valdivielso ha comenzado el proceso para desprenderse de uno de los pocos vestigios de simbología franquista que quedan en la comarca. La calle Generalísimo Franco volverá a llamarse Mayor, como todo el mundo la denomina en la práctica, después de ser aprobado el cambio de nomenclatura en el último pleno. Así pues, el cambio llegará a Valdivielso catorce años después de que se aprobara la Ley de Memoria Histórica.

Una vecina que abre su casa cada verano dice sin reservas que debía de haberse hecho «hace cuarenta años». A su lado, otra se muestra indiferente. Lo cierto es que a lo largo de la calle, con varios centenares de metros, no aparece ni una sola placa que indique el nombre de la vía principal del pueblo. Un vecino recuerda la fachada donde estaba y como se retiró para instalar cableado, aunque asegura que apenas se podía descifrar lo que ponía, porque el deporte favorito de los chiquillos desde antaño era tirarle piedras.

Lo que más desean otros es que el cambio se traslade también a los mapas de Google para evitar poner esa dirección cuando se quiere recibir un paquete. Los mensajeros y empresas de transportes siempre se guían por la Google Maps o similares y ahora no encontrarían la calle Mayor, salvo preguntando a un paisano, algo sencillo en verano, pero difícil el resto del año en este pueblo de 22 empadronados.

El alcalde de la Merindad de Valdivielso, Jokin Garmilla, admite la tardanza y que muchos vecinos contactaban con él para pedir «por favor que se cambiase de nombre esa calle». Una de las últimas llamadas «fue el detonante». Ahora, Valdivielso ha iniciado los trámites para «cumplir por fin con la ley», algo que Garmilla asegura que se fue demorando porque la intención era «realizar un cambio de callejero de todo el municipio en coordinación con las pedanías», pero el tiempo pasaba y no se ha llegado aún a realizar. Además de la calle Generalísimo, había una pequeña vía, la travesía del Generalísimo también en Quecedo, que pasará a denominarse de la Dehesa. En el resto del municipio no hay más simbología de la dictadura.

Según Compromís, de los 660 ayuntamientos con supuestos vestigios franquistas a los que se ha dirigido el Gobierno, un total de 462 no han contestado. Entre ellos se cuentan 20 de la provincia de Burgos y tres de Merindades. Otros seis burgaleses, todos fuera de la comarca, cumplieron los deberes en la última ronda hecha por el Gobierno este año y acreditaron carecer de simbología franquista. Algunos de los que no han contestado afirman que en su municipio nada recuerda al franquismo.

José Antonio sin apellido. Es el caso de la Merindad de Montija, donde el alcalde Florencio Martínez insiste en que la plaza José Antonio (sin el apellido Primo de Rivera) ubicada en Barcenillas del Ribero «no es franquista». «No  hago caso a las cartas del gobierno, porque cualquiera se puede llamar José Antonio», justifica Martínez, quien añade que desde su Ayuntamiento si han contestado al Gobierno con este argumento.

En Cillaperlata, el alcalde, Saturnino García, afirma que la placa con los caídos en la guerra que había en la iglesia amaneció un día destrozada y ya no quedan más símbolos, aunque aparece en la lista difundida por Compromís el pasado mes de mayo, al igual que Villarcayo. En esta localidad se modificó en 2016 el nombre de la antes Plaza Héroes del Alcázar que volvió a ser la plaza Mayor. El cambio de calles, como Doctor Albiñana, Alférez Provisional, Alemania o Alejandro Rodríguez de Valcárcel, que reclamaban entonces PSOE y Ciudadanos, fue rechazado por PP e IM y por las firmas de 700 vecinos.