Belén Delgado

Plaza Mayor

Belén Delgado


El voto del abandono

31/01/2022

La campaña electoral regional y el futuro del país cabalgan a lomos de un caballo llamado 'Next Generation'. Suena a uno de esos alazanes de origen árabe que compiten por ganar el Gran National, el 'Wimbledon' de las carreras hípicas británicas. Pero no, los Nueva Generación (ni la esperanza de futuro somos capaces de conjugarla en castellano) son esa lluvia de millones de euros a fondo perdido que nos ha concedido Europa para reconstruir el país tras los efectos invernales del coronavirus.

Si alguien tiene la moral y el ejercicio de inocencia de repasarse los programas electorales de los partidos políticos que se presentan en estos comicios, no hay ni uno solo que no se autopostule como el campeón de la lucha contra la despoblación de nuestra tierra. Ni siquiera el que aspira a perpetuarse en el poder. Un mando que no ha abandonado en los últimos 35 años, frente a los 181.292 habitantes que sí han dejado Castilla y León en todo este tiempo.

En esta derrama humana que no cesa, Burgos es la provincia que sale mejor parada. Frente a la parte oeste de la región (León y Zamora), la posición estratégica y el dinamismo industrial de nuestra provincia le han permitido mantener hoy exactamente la misma población que hace 35 años. Eso sí, con 35 'castañas' más encima. Porque los jóvenes que se quedan, esos que educamos tan bien según el informe PISA, son muchos menos que los que se están marchando.

Pero es bueno escudriñar en los números buscando sus tendencias y para no caer en la complacencia. Burgos aguantó el tipo e incluso fue la única provincia de la Comunidad que aumentó algo su población hasta 2008. Aunque todo se movió alrededor de los núcleos urbanos (la capital, Aranda, Miranda). A partir de esta gran crisis mundial, perdemos más de mil habitantes al año.

Por eso lo más llamativo no es que la cifra de pueblos vacíos roce ya el medio centenar. Sino que detrás esperan otros 400 que ya tienen menos de cinco vecinos. Que no esperen sus habitantes la llegada de la caravana electoral en busca del disputado voto del señor Cayo, como en su día llegó al abandonado Cortiguera junto a los cortados del Ebro. Como las realas de caza, los pescadores de votantes solo corren detrás de sus particulares 'liebres': su papeleta.