En plena crisis del coronavirus, con los conciertos prácticamente parados, uno piensa que la industria musical también lo está, pero no es así. Fuera de los focos, los artistas y bandas siguen trabajando. También alejado de los flashes, a las afueras de Aranda de Duero, el estudio de grabación de bodegas Neo continúa trabajando, a veces, sin que se reconozca la importancia que ha adquirido a lo largo de los años. Tal es el crecimiento de estas instalaciones que para conseguir grabar en ellas hay una lista de espera de ocho meses. Hasta verano está todo completo por bandas de todo el país. En este tirón ha influido sin duda el paso de grupos como Second, Miss Caffeina, The Dandy Warhols, Kakkmaddafaka, Delorentos o La M.O.D.A., entre otros muchos artistas.
Aunque si hay que destacar dos nombres que han marcado la trayectoria de Neo MusicBox son Izal y Shinova. Las dos bandas prácticamente nacieron entre las cuatro paredes del estudio arandino, la primera grabando sus dos discos iniciales y la segunda, los tres trabajos que tiene publicados a día de hoy. "El punto de inflexión fue ese, salió Izal y volvieron a sonar mucho los teléfonos. Después cuando hemos hecho Shinova, Second… Hemos hecho varias bandas que están jugando en las ligas importantes y ya no son solo unas bandas que están ahí, son unas bandas referentes para otras más pequeñas", declara el productor de Estudios Neo, José Caballero.
El propietario de la bodega, Javier Ajenjo, reconoce que guarda un "especial cariño por Shinova, que es la última banda que ha dado ese gran salto a nivel nacional". "También por Izal, recuerdo como Mikel se pasaba tres meses aquí en Aranda y le veía en el porche del Central tomándose un café y escribiendo", añade Ajenjo.
De esta forma, los estudios Neo hacen que por Aranda estén pasando músicos y bandas a lo largo de todo el año. "Se baja Fito de Bilbao a Madrid y me llama: Javi, ¿me haces unas chuletas? Viene, coge una guitarra… o Amaral, Izal, que pasan continuamente…. Shinova... Son bandas que han grabado en el estudio y siguen teniendo una gran relación, y obviamente son nuestros mejores embajadores", declara Ajenjo. Para lograr esa sinergia con los artistas, que ha llevado a varios (Embusteros, Correos...) a repetir en el estudio, José Caballero cuenta que el secreto es "intentar tratar a la gente muy bien, porque el músico está poniendo su presupuesto, su sueño y su trabajo en tus manos. Eso es una responsabilidad. Tienes que tener un trato afable y que se sientan como en casa, si el músico está a gusto luego se refleja en lo que está haciendo".
A día de hoy, como reconoce el que también fuera mejor productor musical de España en 2016, "el gran porcentaje de las bandas que vienen conocen Aranda por el Sonorama, hayan venido de público o como músicos, porque también es un punto de unión. Por ejemplo, en el Sonorama yo trabajo de técnico". Aunque hoy sorprenda, esta relación no siempre fue así, Ajenjo recuerda que cuando crearon el estudio, hace más de diez años, Sonorama no era lo que es hoy. "Era una lucha complicada, con promoción, concursos para que las bandas vinieran a grabar aquí. En aquel momento Sonorama era un hijo problemático, incluso muchos de los recursos de la bodega se volcaban en poder sacar adelante el festival", apunta Ajenjo para después declarar que "todo", el crecimiento del estudio y del Sonorama, "ha ido de la mano".