Los palomares de Villamorón y Villegas remontan el vuelo

J.M.
-

Acción Cultural Española pone en valor las antiguas construcciones de Villegas y Villamorón y las utiliza como soporte de una creación artística en la que la tradición se une con el hip-hop, el baile, la imagen y el lenguaje

El comisario del proyecto, Josemi Lorenzo (i.), junto a integrantes de las asociaciones Amigos de Villamorón y Puentipiedra de Villegas. - Foto: Christian Castrillo

La vida, muchas veces, son casualidades. Como la que quiso hace un tiempo que Josemi Lorenzo tuviera que viajar a Villamorón por motivos profesionales para conocer su bonita iglesia. Aquella experiencia hizo que se fijara en algunos de los palomares que adornan el paisaje de este pequeño pueblo y también el de Villegas, ubicados a medio camino entre Sasamón y Villadiego. En su memoria quedaron grabadas estas construcciones hasta que un buen día regresaron a su cabeza. Fue al conocer que Acción Cultural Española había impulsado el proyecto Xacobeo, una ruta por los territorios de nuestro imaginario, en el que encajaba perfectamente este rincón de la provincia de Burgos.

Lorenzo se puso rápidamente en contacto con la Asociación Amigos de Villamorón y la Asociación Puentipiedra de Villegas y al instante encontró a los más fieles colaboradores. Fue entonces cuando se comenzó a armar un proyecto cultural sin más ni menos pretensiones que poner en valor estas construcciones y servirse del arte para unir, mediante la música, la danza, la imagen y el lenguaje, a las antiguas y a las nuevas generaciones de la España de interior, del mundo rural.

Lo primero que había que hacer era documentar todos los palomares que hay en Villamorón y Villegas. «Habrá unos 5 o 6 en uso y otros 10 o 12 en estado de ruina», comenta Enrique Gutiérrez, de la Asociación de Amigos de Villamorón, antes de añadir que se conoce que uno de ellos fue un antiguo palacio familiar del siglo XIV (primero de los Villegas y luego de los Velasco), cuyos «restos fueron adaptados como palomar».

Después vino la recopilación de los testimonios de los vecinos, que han servido de inspiración al grupo de hip-hop madrileño Laboca para componer algunos de los temas que aparecen en el material audiovisual que se ha creado para el proyecto.

De esas entrevistas se ha conocido una historia de amor con un palomar como protagonista y se ha dado a conocer los problemas que las palomas están generando para la conservación de la iglesia. Desde que en los años 70 muchos de los habitantes abandonaron estos pueblos, muchos de los palomares fueron perdieron su uso, desaparecieron y las aves se convirtieron en indeseadas inquilinas del bonito templo de Villamorón.

Javier Rodríguez, de la Asociación Puentipiedra, y Pedro Moreno (Villamorón), detallan que la solución pasa porque un azor u otro ave similar ejerza de guardián de la iglesia ya que los pinchos que se colocaron para evitar la presencia de las palomas no solo no funcionan sino que son utilizados por éstas como estructuras de confortables camas de palomina.

Pero el proyecto que se presentó este sábado no trata ni de conservar unas construcciones privadas de mayor o menor valor, sino de conocer su existencia, su historia como importante medio de sustento (cuentan que hace 70 años se vendían dos pichones vivos en los restaurantes de Villadiego por 12 pesetas) y utilizarlos como excusa para una creación artística.

La que llevó a presentar el proyecto a los vecinos (con la llegada de los veraneantes es un buen momento), con varios pases para mostrar los vídeos que se habían creado. El plato fuerte (el aliciente para los jóvenes) fue ver las creaciones del grupo Laboca o a la rapera Erika2Santos en acción.

Defienden los propios representantes de las asociaciones Puentipiedra y Amigos de Villamorón que lo que se ha hecho es «un proyecto artístico al hilo de los nuevos tiempos. No de panderetas y gaitas, que también están muy bien, sino una obra adaptada al momento en el que estamos.

El proyecto se presentará el Congreso Internacional de Mondoñedo (Lugo), que se celebra los días 15, 16 y 17 de septiembre. Un escaparate en el que se mostrarán Villegas y Villamorón desde una perspectiva distinta. Ambos pueblos (pertenecientes al mismo municipio) están felices con esta iniciativa que los pone en el mapa.