Por primera vez desde que llegó la crisis sanitaria, la afición blanquinegra se pudo desplazar junto al equipo. Más de 200 aficionados blanquinegros alentaron al equipo en Los Pajaritos y vieron como lograba la décima victoria de la temporada en una campaña en la que se ha convertido en un aspirante a todo. 

Tras el partido llegó una nueva simbiosis entre jugadores y la grada. Futbolistas y cuerpo técnico se acercaron al fondo de Los Pajaritos para festejar el triunfo y disfrutar de una victoria que suponía un nuevo golpe de autoridad.

El Burgos CF llegó a su enfrentamiento contra el Numancia con la seguridad de que lucharía por el ascenso pasara lo que pasara en el partido de ayer. Los resultados del sábado permitieron que los burgalesistas afrontaran el importante choque con los deberes hechos. Algo que también quiso celebrar la afición que viajó hasta Soria.

Aseguró Calero en la sala de prensa que el fútbol sin afición pierde sentido y que lo importante es que los seguidores puedan compartir junto a su equipo las alegrías y las tristezas. La sufrida masa social blanquinegra ha vivido demasiadas de las segundas en las últimas campañas, por lo que los éxitos del actual curso tienen un especial sabor para la hinchada  burgalesista.