Konstantin, el ángel de la guarda de David Valero

ROBERTO MENA
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Este ruso de 32 años lleva dos décadas en Burgos, reside en Villagonzalo Pedernales y es uno de los hombres de confianza del reciente medallista en los Juegos Olímpicos de Tokio

Konstantin Gubanov junto al medallista David Valero. - Foto: DB

Konstantin Gubanov se secaba las lágrimas mientras David Valero celebraba en los últimos metros la medalla de bronce que había conseguido en los Juegos Olímpicos de Tokio. Ruso de nacimiento y burgalés de adopción -lleva 20 años en Burgos y reside en Villagonzalo Pedernales-, este quiromasajista es uno de los hombres de confianza de flamante medallista en la modalidad de mountain bike.

Su padre, Alexander, llegó a Burgos hace dos décadas como mecánico del Cropusa de Julio Andrés Izquierdo y Konstantin echó raíces en Castilla y León. Fue ciclista hasta los 19 años, aunque reconoce que le gustaba «más la fiesta que la bicicleta», por lo que tuvo que redirigir su futuro. Sacó el título de quiromasajista y posteriormente se licenció en Derecho. Su vida gira entre los masajes y la abogacía, ya que ha abierto recientemente un despacho.

Se ha encargado de que a Valero, uno de los últimos héroes nacionales, no le haya faltado de nada en los días previos a la competición. «Hago un poco la labor de madre dentro del equipo», señala entre risas. No solo se encarga de los masajes tras las carreras o entrenamientos, sino que les avitualla durante y después de la competición e incluso les cura las heridas cada vez que tienen un percance.

Forma parte del equipo que creó Carlos Coloma -también consiguió el bronce en Río de Janeiro-, el BH Templo Cafés, al que David Valero llegó esta temporada. Estar en los Juegos Olímpicos fue ya una tremenda recompensa para Konstantin Gubanov, pero la guinda llegó el pasado lunes con la medalla de bronce del que considera «un compañero».

«Para cualquier deportista o persona relacionada por el deporte estar en unos Juegos Olímpicos es un sueño. Cuando recibí la noticia de que iba a formar parte del grupo de personas que acompañarían al equipo de mountain bike español no me lo podía creer», comenta. 

Ha tratado de disfrutar en cada momento y asegura que todo el proceso antes de la competición fue «muy bonito», aunque el subidón llegó con el bronce. «Que David (Valero) consiguiera la medalla ha hecho todo mucho más especial. Emocionalmente hablando, el lunes fue un día brutal. Es algo que no voy a olvidar en la vida. Para mí ha sido un orgullo que España me haya dado esta oportunidad siendo ruso de nacimiento», señala.

Pese a todo, le hubiera gustado tener una convivencia más abierta y haber podido estar con deportistas o ver en directo otras disciplinas, algo imposible en estos momentos  con el protocolo covid. Habla de una vivencia «descafeinada», aunque entiende las circunstancias. «La situación es la que es y debemos estar contentos de que se han podido celebrar los Juegos», opina.