El folclore mirandés reclama «algo de apoyo institucional»

JUNIOR VIEIRA
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La Asociación Jacinto Sarmiento lanza un llamamiento para que no «desaparezcan» sus tradiciones. Pide a la Junta de Castilla y León que recupere las actuaciones y festivales

La Asociación Jacinto Sarmiento, en una de sus actuaciones. - Foto: Gonzalo Angulo

La Asociación Jacinto Sarmiento lanza un llamamiento a las entidades públicas para que no «desaparezcan» las tradiciones folclóricas. Con más de 40 años de historia, piden «un poco de apoyo de las instituciones». Afirman que cuentan con el apoyo del Ayuntamiento, pero las políticas de la Junta de Castilla y León «antes eran distintas». Parte de la celebración de su festival anual y  los intercambios al extranjero con otras agrupaciones vienen de su propio bolsillo. La solución reside en «hacer más actuaciones» para poder costear los mismos, cuenta Maite Vélez, presidenta de la organización. 

Las ayudas que recibe la asociación han variado a lo largo de los años y cada vez han ido a menos. La Junta de Castilla y León significaba un gran apoyo para la agrupación, ya que «antes hacían muestras de folclore para los más jóvenes», recuerda Vélez. El Ejecutivo autonómico suponía un gran impulso y organizaba varias actividades a lo largo del año. «Antes íbamos a Ávila o te mandaban a algún pueblo de la provincia», cuenta la presidenta, quien lamenta que «todas estas actividades hayan desaparecido». 

El Festival Folclórico Internacional Jacinto Sarmiento supone uno de los grandes atractivos turísticos para Miranda. Su celebración la primera semana de septiembre implica que «la mayoría de los recursos económicos de la organización vayan ahí». Un evento que «mantiene la motivación» y en el que  «el Ayuntamiento  ha dado hasta ahora alrededor de un 70% del coste del festival», expresa Vélez. También la Diputación de Burgos dota a la asociación con una cifra cercana a los 600 euros, aunque «es muy poquito lo que da», lamenta Vélez. 

El carácter internacional del festival trae consigo más de un centenar de artistas de todo el mundo. Su alojamiento corre a cargo de la asociación y se hospedan en el albergue Fernán González. Anteriormente, «según la actividad que fuera te daban una bonificación o una subvención», recuerda la presidenta. Mantiene que «el albergue es público» y que «se puede hacer un pequeño descuento», ya que considera el festival como «una actividad para todo el pueblo». 

La Asociación Jacinto Sarmiento trabaja por el folclore desde 1980. La fuerza con la que surgió ayudó a que se recuperaran muchas tradiciones destinadas a desaparecer» en caso contrario. El problema reside en que los asociados que las recobraron  «ya están muy mayores», expresa Vélez, para insistir en que esos esfuerzos que han llevado a cabo durante tantos años «merecen el apoyo de las instituciones», explica la presidenta. 

Alrededor del mundo. Durante más de 40 años la asociación ha viajado por multitud de países exportando estas tradiciones folclóricas. «Nos hemos recorrido medio mundo», recuerda Vélez. La pandemia ha provocado que estos desplazamientos se hayan reducido a tan solo fines de semana, pero también que «la gente del grupo se ha hecho mayor, se han casado y tienen familia». Unos viajes en forma de «intercambios» y que permiten que su festival cuente con agrupaciones de todo el mundo. 

Egipto, Turquía, Italia, Hungría o Rusia han recibido la visita de la asociación y disfrutado con sus bailes. En 1992 y tan solo un año después de la desaparición de la Unión Soviética, viajaron a este último país y fue «una experiencia tremenda», recuerda Vélez. El alojamiento en el extranjero «corre a cuenta del que te invita», pero desde la agrupación cuentan que «todos los recursos van para el festival», por lo que piden «tener un pequeño fondo a través de actuaciones». Estos desplazamientos cuentan con «el compromiso de que los grupos de los países vengan al festival de Miranda», y Vélez lamenta que «a todos no se puede acudir», ya que muchos de ellos coinciden con las fechas de su propio espectáculo.