"Tenemos valores cristianos, pero las creencias son libres"

Adrián del Campo
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Javier Díez afronta su primer curso como director del Colegio San Gabriel, lo hace convencido del valor y de la profesionalidad del equipo docente de la escuela. Fija la formación a distancia como uno de los proyectos de futuro del centro

El nuevo director del Colegio San Gabriel, Javier Díez. - Foto: A. del Campo

Llegó al Colegio Internacional San Gabriel hace 15 años como profesor de Historia y también como responsable de los residentes. A partir de ahí, Javier Díez ha dado clases de Geografía, Latín, Cultura Clásica, ha sido tutor de primero de la ESO y jefe de Estudios. Este año ha dado un paso más y se ha convertido en el director del centro educativo situado en La Aguilera, ha tomado el relevo de Enrique García -quien ha pasado a la gerencia del proyecto gabrielista-. Entre clase y clase, porque sigue muy cerca de las aulas, Javier Díez saca tiempo para atender a Diario de Burgos y analizar la actualidad del colegio.

¿Cómo fue el proceso que le ha llevado a la dirección? ¿Le ha pillado por sorpresa?

Todos sabíamos que tiene que haber un proceso de renovación, que el anterior director, José Enrique García, llevaba unos cuantos años y bueno, pues podíamos intuir que iba a haber una renovación. En el claustro se hizo alguna reunión para informar, los hermanos siempre están muy unidos a los profesores y nos van informando. Y sobre todo porque  hay un equipo directivo que es el pilar fundamental. Anteriormente a esta renovación formábabamos parte de este equipo directivo y hemos ido hablando de esto durante el curso pasado. Se habló con cada una de las personas y ha sido un cambio no sorpresivo, que se ha hecho muy bien. 

¿Qué diferencia hay entre ser un profesor más a tener cargos de dirección?

La responsabilidad. El tener que ocuparte de otras muchas cosas que antes no hacía, pero yo me siento igual porque a día de hoy sigo estando prácticamente en todas las aulas en las que estaba el curso pasado, sigo siendo tutor. Eso puede sonar raro a otro docente, un director que además es profesor unas cuantas horas y que además es tutor de un grupo. En realidad no ha habido un gran cambio, sino el ocupar ese cargo y coordinar alguna cosita más. Seguimos siendo un equipo el que dirige realmente este centro y así de be ser. 

Por lo que explica, deduzco que la línea es continuista, ¿pero entra con algún nuevo proyecto o reto?

Siempre hay algún cambio, algún proyecto. Ese equipo ha cambiado en algunos puestos pero seguimos estando la gran mayoría de los que estábamos. Los proyectos no vienen solo de mí y ahora, sino que vienen de ese equipo que yo lidero en lo académico y no hay proyectos que hayan surgido ayer, hay proyectos que estamos llevando a cabo desde el curso pasado y vamos a seguir con ellos. Por ejemplo, apostar por las nuevas tecnologías, tener muy claro que hay que apostar por ellas, que no todas las nuevas metodologías son buenas y por tanto elegir bien qué nos sirve realmente. Esa es un poco nuestra labor, elegir bien lo que sirve de verdad. 

En plena era digital hay muchos centros que apuestan por la tecnología, luego se lee que en otros lugares retrasan el contacto con las pantallas porque empeoran la concentración de los más pequeños, ¿por qué apuestan ustedes?

Nosotros apostamos por las nuevas tecnologías sin duda porque  se han convertido prácticamente en una necesidad, pero claro, hay que elegir bien. El utilizar tablets por ejemplo para nosotros no es nuevo, la novedad estaría en utilizar la tecnología de otra forma, de una forma quizá más interactiva y aplicarla a la educación. Esto no es una fábrica, no es una panadería, esto es un colegio en el que hay que tomar decisiones muy buenas y muy claras con respecto a lo que vamos a hacer con nuestros niños y jóvenes.

¿Qué metodología de enseñanza aplican?

Buscamos el equilibrio entre esa clase tradicional, esa clase magistral, y esa nueva forma de dar clase. A veces hay que pararse a pensar qué es lo realmente bueno, porque la sociedad nos impulsa a estar en movimiento, a cambiar, a probar... y como digo, en educación hace falta tener las cosas muy claras. Sin duda, en San Gabriel siempre estamos innovando, siempre estamos queriendo elegir lo mejor para nuestros alumnos y las nuevas metodologías siempre las analizamos muy bien para decidir cuál implementamos cada curso.

Con los nuevos métodos, ¿se refiera a métodos más participativos?

Así es. Nosotros apostamos por metodologías más afines a esa línea, a aprender jugando, de una forma más natural. En alumnos más mayores, hacer la clase más amena, más divertida. En idiomas, el bachillerato americano, el hecho de que apliquemos la tecnología, los estudios online... La formación a distancia es lo que estamos haciendo ya en San Gabriel y por lo que apostamos en un futuro, y no solo para niños y jóvenes, también para adultos, empresas y para los propios profesores. Un profesor tiene que estar continuamente reciclándose. Ahora estamos haciendo un curso de altas capacidades porque lo que queremos es adaptarnos a lo que demanda la sociedad. 

¿Qué valores definen la educación de San Gabriel?

Sin duda los valores cristianos, somos un colegio cristiano católico. Si hay que destacar alguno, destacaría el compromiso que tienen los profesores con su trabajo. La profesionalidad, el compromiso, la calidez con la que hacemos las cosas aquí, con una integridad total.

¿Qué diría a la gente que critica el peso de la religión en el centro?

Como Iglesia que somos debemos recibir críticas, no hay ningún problema. Las críticas siempre serán bienvenidas, nos hacen crecer. Estamos abiertos a las críticas y no voy a decir que vamos a poner la otra mejilla, tratamos de hacerlo lo mejor que podemos para dar la mejor educación a estos alumnos. Nunca en esta institución, ni creo que en ninguna otra, pero sobre todo aquí, nunca ha sido la idea adoctrinar. Sí inculcar los valores cristianos, pero la fe, las creencias son totalmente libres, para eso no hay más que ver que tenemos alumnos de diferentes nacionalidades y también de otras religiones. Aquí tienen cabida todas las culturas y religiones.