Quintanar cierra sus chozos para evitar los actos vandálicos

B.A. / Quintanar
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El Ayuntamiento ha decidido controlar el uso de dos de los merenderos para frenar los gastos que genera limpiar pintadas y reparar mobiliario, paredes, tejados o chimeneas

Las pintadas no se limitan a las puertas, también están en la piedra. - Foto: DB

El Ayuntamiento de Quintanar de la Sierra ha decidido limitar y controlar el uso de dos chozos de los que dispone en el monte (uno en la zona de Peñas Corvillas y otro junto a la carretera de subida a las lagunas de Neila) para tratar de controlar los actos vandálicos que sufren de forma continua. «Es muy doloroso tomar esta decisión, pero no nos queda otra. No podemos estar gastando continuamente dinero en pintarlos y repararlos, ni tener allí cada dos por tres a los empleados municipales para arreglarlos», comenta la alcaldesa de la localidad, Montserrat Ibáñez, enfadada con las actitudes de algunos vecinos que terminan afectando al resto de personas que si respeta su uso. 

Durante los últimos tiempos estos chozos han sido víctimas de pintadas, destrozos en las paredes, en los tejados y en las chimeneas, y también en el mobiliario. «Las mesas están ancladas al suelo, las han quitado los tornillos, dado la vuelta y quemado parte», comenta Ibáñez. Todo esto ha llevado al ayuntamiento a cerrar con candado ambos chozos y ahora quiénes los quieran utilizar tendrán que solicitarlo y recoger la llave, «y en algunos casos es una faena, porque hay veces que su uso es sobrevenido, que te surge algo y te metes, pero ahora ya no podrá ser así», añade la alcaldesa, que detalla que han llegado hasta a quitar las ruedas del contenedor para basura que hay junto a uno de ellos. 

Este tipo de construcciones son muy habituales en las zonas rurales y tradicionalmente se han utilizado para dar cobijo a las personas que trabajan en el monte (pastores o resineros) o aquellos montañeros que buscan refugio en sus días de excursión. Su uso se ha ido extendiendo últimamente para llegar hasta ellos y asar para comer y pasar una jornada de campo. O como en el caso de las personas que provocan estos destrozos: hacer botellón. «Me parece bien que cada uno lo use para lo que quiera, pero siempre que se respeten y no se causen destrozos, ya que después de unas personas las usan otras», reconoce la alcaldesa. 

Tras los últimos actos vandálicos, el ayuntamiento de Quintanar ha reparado las ventanas, las chimeneas destrozadas, las goteras del tejado causadas por lanzar piedras sobre él de gran tamaño, ha pintado y colocado las mesas y los bancos. Ahora, como ocurre con el refugio que existe en Fuente Sanza, se están planteando cobrar un canon de uso del mismo y una cantidad de fianza que se devolverá al usuario tras comprobar que está como se lo encontró. 

Estos dos chozos, cuyo uso habrá que solicitar ahora en el ayuntamiento de forma previa son diáfanos, tienen chimenea para poder encender fuego y mesa con bancos corridos. «Los actos de delincuencia que están sufriendo estas instalaciones y la falta de educación cívica no nos ha dejado otra opción», concluye la alcaldesa justificando su decisión.