Los bomberos llaman a deshollinar las chimeneas

D. ALMENDRES
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La llegada del frío y los precios de la energía dispararán la apuesta por la leña en las próximas semanas. Los técnicos recomiendan la limpieza anual de los conductos

Un especialista comprueba el estado del conducto de una chimenea. - Foto: Luis López Araico

Con la llegada del frío y de la Navidad resulta inevitable evocar aquellas estampas (vividas o aceptadas por la insistencia de la televisión) en las que las familias se reúnen al calor del fuego. Y, aunque pueda parecer lo contrario en los tiempos modernos, hoy en día esas escenas se repiten. Sobre todo, con el precio de la energía disparado.

Las chimeneas son un gran aliado para combatir las bajas temperaturas y dan una solución al bolsillo. A cambio, requieren un mantenimiento anual para evitar en la medida de lo posible los sustos e, incluso, las desgracias.

Los Bomberos de Burgos se suman a la campaña de prevención protagonizada en las últimas semanas por otros parques del país y suben la guardia ante la llegada del extraño puente de la Inmaculada y de las fiestas de fin de año. Los profesionales aconsejan un buen cuidado de las estructuras y un correcto uso de las mismas porque estas medidas salvan vidas.

De un lado, es fundamental que el tiro esté limpio porque los residuos acumulados en el conducto pueden provocar una humareda fruto de una mala combustión. En algunos casos generan una tóxica cortina negra que invade las estancias y, también, pueden provocar un incendio.

De otro lado, el aspecto más relevante a tener en cuenta para los técnicos es contar con un aislamiento adecuado. Y es que una mala instalación o el deterioro del material multiplica el riesgo de accidente. De ahí la importancia de revisar periódicamente el estado de la lana de roca. 

El calor se acumula y más si existe algún elemento que obstruya el correcto funcionamiento de la chimenea. El contacto directo del tubo con la estructura de la casa aumenta la posibilidad de provocar un incendio difícil de controlar porque el fuego se manifiesta en el último instante, máxime en viviendas con techos de madera o en aquellas casas donde se acumulan o apilan libros, papeles antiguos o combustibles.

Además, los profesionales hacen otras recomendaciones que marcan la diferencia, como apagar la chimenea horas antes de abandonar la vivienda o retirar las cenizas en un caldero metálico (nunca en un contenedor). Existe la tentación de sobrecargar la campana en el intento de calentar las casas lo más rápido posible y es importante acumular los materiales inflamables o la biomasa en el exterior.

Toda precaución ayuda y es mejor solicitar la ayuda de una empresa especializada que recurrir de urgencia a los bomberos cuando ya puede ser tarde. Sus intervenciones minuciosas tienen un factor de peligrosidad añadido, ya que las actuaciones se desarrollan en altura, sobre un tejado en altura y con la compañía de la lluvia o de la nieve. 

«Son casas que, en muchos casos, no se cuidan como cuando se vive de continuo y, a veces, es necesario realizar obras para que la chimenea esté en las condiciones óptimas», destacan desde el parque de bomberos de Burgos.  

Las casas rurales de alquiler tienen otras circunstancias. Aunque la mayoría de estas viviendas vacacionales están reformadas y perfectamente adaptadas al servicio que ofrecen, los elementos comunes pasan por muchas manos diferentes y es interesante revisar su estado de forma periódica.

Idoia Caballero, de la empresa Grupo NB, recuerda la importancia de limpiar las chimeneas y asume que en cada caso se actúa cuando los propietarios consideran «que merece la pena hacerlo». «Cuando empieza a hacer frío se dan cuenta de que tienen que hacer el mantenimiento y se acumula mucho trabajo», explica.

Llegado este punto, cada vez son más los consumidores que apuestan por las estufas de pellets. Los Bomberos de Burgos explican que son «más seguras, más fáciles de manejar, más cómodas y, además, generan menos residuos». 

Caballero también percibe este cambio de tendencia, pero todas las opciones tienen en común su utilidad como «calefacción principal» y por ello el mantenimiento debe ser minucioso.