Ni dos robos casi consecutivos en cuestión de días y en un radio de 300 metros, ni las continuas quejas vecinales, ni tampoco una recogida de firmas presentada en el Ayuntamiento de Burgos parecen ser suficientes para que la Policía ataje el repunte de los asaltos con fuerza en los comercios de la zona sur. Apenas unas horas después de que este periódico publicara que el 'alcantarillazo' a una perfumería de la calle Calatravas era el enésimo asalto en el barrio, otros ladrones entraban en una tienda de informática de San Julián, reventón de escaparate mediante. El tercero en apenas cinco días. 

En el entorno donde se han concentrado los robos, entre las calles Progreso, Santa Cruz, San Julián y Calatravas, el hartazgo va en aumento. Consideran que, después de hacer público su enfado, se podría haber evitado un nuevo asalto a un comercio. Más aún teniendo en cuenta que se produjo a escasos cien metros del anterior. La tienda de informática Pulsan fue la víctima. Los ladrones no necesitaron tirar de alcantarilla para reventar el escaparate, como normalmente acostumbran. Se encontraron con una escombrera y utilizaron un adoquín de grandes dimensiones. 

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)