Fallos en terraplenes limitan la velocidad junto a la estación

L.M.
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Adif impone un tope temporal a 60 kilómetros hora para todos los trenes, tanto a la altura de Villalonquéjar como en Villafría. Los proyectos están todavía en redacción o sin encargar

El terraplén en Villalonquéjar pertenece a la obra del Desvío ferroviario. - Foto: Jesús J. Matías

Cuando no es un fallo en los apoyos de los viaductos es un hundimiento en la vía, la construcción de un cambiador de ancho en una fuerte pendiente o, lo que es peor, un error a la hora de hormigonar una estructura que obliga a demolerla recién terminada. Sea lo que sea, la relación entre Burgos y el ferrocarril se asimila mucho a la de una tragicomedia.

El último de los contratiempos con los que se ha topado el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias es un problema con tres terraplenes situados en las inmediaciones de la estación Rosa Manzano. El Adif ha detectado que no están lo bien asentados que deberían, por lo que ha encargado sendos proyectos para su estabilización y mejora.

Mientras se redactan o se encarga su elaboración, el organismo ferroviario estatal no ha tenido otro remedio que aplicar un limitación temporal de velocidad a 60 kilómetros hora. Esta obligación, precisan desde el propio Adif, «no imposibilita la prestación de los servicios ferroviarios habituales», pero sí que entorpece la circulación. El extremo se encuentra vigente desde hace semanas y continuará, a buen seguro, durante unas cuantas más, ya que las labores para solucionar estas incidencias se encuentran en una fase aún muy incipiente.

Uno de los fallos se ha detectado en el terraplén situado junto al centro logístico de Moreno Castillo, en pleno polígono industrial de Villalonquéjar. El desmonte, a 3,7 kilómetros al oeste de Rosa Manzano, forma parte de la obra del Desvío que sacó el tren del centro de la capital y ha visto limitada la velocidad a la que los convoyes pueden circular por él. Se trata del proyecto que más avanzado está, ya que el Adif precisa que en estos momentos se está redactando cómo atajar el problema.

Para localizar la segunda y la tercera de las limitaciones hay que irse al este, concretamente hasta la vía a la altura del aparcamiento para camiones de Villafría. A 5,5 kilómetros de la terminal ferroviaria se encuentran estos dos terraplenes afectados, y por los que los trenes pasan a 60 kilómetros por hora o menos.

En sentido Miranda de Ebro el Adif ha denotado cierta inestabilidad del terraplén, mientras que en la que emplean los convoyes para dirigirse hacia Valladolid la plataforma de vía se ha elevado. Estos dos fallos, no obstante, tardarán algo más en ser atendidos. Desde el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias precisan que la redacción de ambos proyectos se incluirá dentro de un contrato genérico que ya hay en licitación para la mejora de la infraestructura del Adif. De este modo, la inversión prevista se conocerá una vez concluidos los documentos para la estabilización.

Sinfín de contratiempos. Los problemas con los tres terraplenes se suman a una larga lista de inconvenientes que ha cosechado el organismo ferroviario en Burgos. El más reciente es el del cambiador de vía junto a Rosa Manzano. Lo construyeron en una fuerte pendiente, por lo que los trenes se las ven y se las desean al atravesarlo para dirigirse al sur a través de la línea de alta velocidad.

También se han reportado incidencias con los apoyos POT de tres viaductos, que obligaron a reducir la velocidad de entrada de los trenes en Rosa Manzano. Aunque nunca llegaron a admitirlo, esta incidencia retrasó aún más la llegada del AVE, ya que cuando se resolvió se puso en marcha la línea. Famosos son los errores durante la construcción de esta infraestructura: el viaducto de Frandovínez que se tuvo que demoler nada más terminarse o el hundimiento de vía en Palenzuela son algunos ejemplos.