La plantilla del Hospital de San Juan de Dios acordó ayer en asamblea una serie de movilizaciones para intentar convencer a la Junta de Castilla y León y a la ciudadanía de que la pervivencia de este centro es fundamental para la sanidad burgalesa. Para ello realizarán pequeñas manifestaciones diarias por el entorno de las instalaciones, una concentración frente a la Delegación de la Junta, recogida de firmas por los centros comerciales y tienen la intención de viajar a Valladolid a expresar el descontento por su situación frente a la Consejería de Sanidad.

Los trabajadores denunciaron, por otra parte, que desde el pasado mes de junio el hospital no recibe los pagos de Sacyl por su trabajo, una cantidad que, según explicaron, «debería llegar a través del Hospital Universitario de Burgos pero esto no ha ocurrido», precisó Pilar López, una portavoz de  los empleados, quien añadió que debido a esta circunstancia este mes han cobrado sus nóminas el día 12.

Consideran que el cierre del hospital no solo afecta a las 140 familias que verán desaparecer sus puestos de trabajo sino a los miles de burgaleses que han utilizado y aún usan sus instalaciones. Se refirieron también a la «gran conexión» que  la ciudad de Burgos tiene con San Juan de Dios «donde han nacido muchas personas y donde se ha despedido también a muchos seres queridos».

Los pacientes y sus familiares están preocupados «y tristes» debido a esta situación a pesar de lo cual están apoyando las reivindicaciones de los trabajadores y recogiendo firmas para que se supere la actual situación.

Como se recordará, el pasado viernes se anunció el cierre de este hospital que atiende a pacientes de media y larga estancia y de cuidados paliativos derivados de Sacyl. También se ocupan, como recordaron sus trabajadores, de aquellas personas con problemáticas sociales importantes (sintecho, ancianos) con que son derivadas a San Juan de Dios.

La causa de esta decisión es que la orden religiosa que sustenta el hospital considera que el precio que la sanidad pública le paga por paciente y día debe subir de los cien euros actuales. El consejero de Sanidad, Antonio Sáez, dijo ayer a este periódico que tiene intención de ponerse en contacto con la orden y que aún no sabe qué pasará con los pacientes.