La junta general extraordinaria del Burgos Club de Fútbol desnudó la situación económica del club y las cifras de una situación insostenible. Para paliarla el club acometerá la llamada operación acordeón, que consiste en una ampliación de capital en la que el principal acreedor del club, el grupo Yucon, convierte la cantidad que se le debe en acciones con el fin de equilibrar el capital social y el patrimonio neto de la entidad. Pero esta medida no es la única, ya que la Liga de Fútbol Profesional exigirá al Burgos CF una nueva ampliación de capital a final de temporada si el equipo se mantiene en Segunda División.

La junta comenzó con el examen de las cuentas a 30 de junio de 2021 y se pusieron sobre la mesa las numerosas deudas de la entidad, cantidades de todo tipo para pagar a ex jugadores, exentrenadores, proveedores o incluso a Hacienda y Seguridad Social. En total las pérdidas del club ascendían a 5.843.221 euros. El patrimonio negativo queda reducido a 1.250.000 euros gracias al impacto que tiene sobre el balance la concesión de El Plantío.

A partir de estas cantidades comenzaron a aparecer datos como el famoso patrocinador de 800.000 euros, cantidad que nunca llegó a las arcas del club aunque este mismo patrocinador dio una línea de crédito a la empresa de los Caselli por valor de 1.250.000 dólares.

También se habló del acuerdo con el Burgos Promesas para abonar la construcción de uno de los campos de hierba artificial y el pago de 10.000 euros durante 10 meses por la utilización de las instalaciones.

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