El portavoz de Podemos en el Ayuntamiento, Raúl Salinero, ha comparecido esta mañana ante los medios de comunicación visiblemente emocionado y con lágrimas en los ojos para anunciar su renuncia como concejal y agradecer a los compañeros de aventura política y también a sus adversarios políticos el trato recibido desde que en 2011 aterrizara en el Consistorio capitalino.

Salinero ha detallado que la decisión que ha tomado obedece a que en este momento no tiene “el empuje” que necesita para desarrollar su tarea como concejal y ha tenido un recuerdo muy especial para quienes fueron sus compañeros en Imagina, Javier Gil y Blanca Guinea. En este último caso, quien le acompañó también en Podemos hasta el final de la pasada legislatura.

El portavoz de Podemos, que registrará esta mañana su renuncia y que abandonar definitivamente el Ayuntamiento en el Pleno de este viernes, ha tenido también un recuerdo para los ediles del PP tristemente fallecidos, Bienvenido Nieto y Ana Lopidana.

Ha definido los años vividos en el Ayuntamiento como “muy trepidantes” y ha avanzado que no abandona la política ya que da “un paso a un lado” y seguirá al frente de la secretaría política del Consejo Ciudadano Municipal de Podemos.

Pese a que Salinero ha tenido que interrumpir en varias ocasiones su discurso ante los medios por la emoción, ha asegurado sentirse “feliz” y se ha mostrado convencido de que tanto Margarita Arroyo como Israel Hernando, su sustituto, harán una gran labor en el Ayuntamiento.

De Hernando ha dicho que es una persona “solvente, preparada y comprometida” y de Arroyo que es “el temple, la frescura y la coherencia”.

La procuradora de Podemos Laura Dominguez, también visiblemente emocionada, ha dicho de Salinero que para ella es como una persona más de su familia, mientras Hernando lo ha definido como “trabajador y humilde” y ha destacado su “empatía” y su capacidad para de ser en las instituciones la voz de la gente de la calle.

Sus compañeros, presentes en la rueda de prensa que Salinero ha dado en la sede del partido, le han dado un caluroso aplauso tras terminar su intervención