Un verano lejos de las vías

L.M
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El desmantelamiento de las estaciones del medio rural provoca que ir a los pueblos, destino favorito estas vacaciones por temor al contagio de la Covid-19, se produzca principalmente por carretera

Hay pocas opciones de moverse de manera cómoda en ferrocarril desde Burgos. - Foto: Alberto Rodrigo

A buen seguro que todos hemos oído historias de los interminables viajes que hacían nuestros antepasados desde sus pueblos hasta la ciudad en tren.Hace años, cuando poseer un coche estaba reservado solo para los más pudientes, las clases media y baja solo se podían permitir viajar en ferrocarril o autobús. 
Por aquél entonces muchos municipios cerca de las vías de tren tenían su pequeña estación y el tránsito de usuarios era muy alto. No obstante, la inmensa mayoría son ya historia, e incluso algunas han desaparecido por completo, por lo que desplazarse desde las ciudades hasta los pueblos vía tren es casi una quimera. «El ferrocarril sale este año infravalorado, y en el caso de Castilla hay muy pocos trenes que paren en todas las estaciones», apuntaAntonioMelón, de la Asociación Burgalesa de Amigos delFerrocarril (Abuaf). Pone como ejemplo la línea que une Burgos yMiranda de Ebro, donde escasos trenes se detienen en estaciones comoBriviesca, donde el volumen de población en notable. Además, destaca la huida de los transbordos que muchas personas, especialmente mayores, hacen a la hora de viajar en tren, lo que les hace decantarse por el vehículo privado o el autobús. «Hay muy pocas opciones para movernos de manera cómoda», recuerda Melón. El caso más conocido quizás son los viajes que se han de hacer entre Chamartín yAtocha para cambiar de convoys, especialmente en los trayectos entre el norte y el litoral mediterráneo que pasan por la capital de España.

60 trenes al día y bajando. Desde la Asociación Burgalesa de Amigos delFerrocarril cifran en cerca de seis decenas los trenes que solían circular por Burgos-Rosa de Lima a diario.Con la llegada de la pandemia y el estado de alarma la cifra bajó notablemente, un hecho que se sigue repitiendo en buena parte pese a no haber ya restricciones a la movilidad en vigor. Entre los mercancías, desde Abuaf calculan que el tránsito pueda ser similar a antes de marzo, pero los trenes de viajeros han caído. «A Barcelona antes había cuatro frecuencias cada día y hoy apenas dos», apunta Antonio Melón, que recuerda que si bien circulan menos trenes, el personal sigue estando operativo.