Las familias afrontan estos días una decisión difícil: elegir colegio para sus hijos. Los inspectores ponen la alerta sobre los centros donde nadie suspende, no hay alumnos con necesidades especiales, cambian con frecuencia de docentes, confunden la innovación con las modas o no ponen énfasis en el dominio de la lectura. Así, distintos expertos de educación explican las claves para acertar.

En palabras de la inspectora Pilar González, la estabilidad de las plantillas es «un indicador de satisfacción del personal que allí trabaja y una garantía de que los proyectos son fruto de un trabajo conjunto». A su juicio, a los padres les debería llamar la atención que en un colegio no estén escolarizados niños con necesidades específicas, porque la sociedad es diversa y si no los hay significa que la escuela no les da respuesta.

Los resultados académicos también dan una idea de cómo es el centro y deberían saltar las alarmas si «nadie» suspende. «Es importante conocer cómo se aborda el proceso de enseñanza-aprendizaje, qué instrumentos de evaluación se emplean y cómo se analizan esos resultados para buscar la mejora», añade González.

El nivel académico de las clases también se puede conocer, además de por los resultados de la EVAU, por el número de alumnos que continúan sus estudios. Así, Javier Fernández, que desarrolla su labor en Córdoba, coincide en que es deseable tener constancia del porcentaje de escolares que comienzan Primaria y terminan estudiando la carrera o la FP. 

Pilar González también pone énfasis en que los padres se interesen por cómo se trabajan las áreas instrumentales: lengua castellana, matemáticas y el primer idioma extranjero; cómo se incentiva el gusto por la lectura y si se enseñan técnicas de estudio y cómo lo hacen.

En este sentido, Fernández destaca la necesidad de que haya un trabajo diario y bien planificado de la lectura, así como el uso transversal de la competencia comunicativa en todas las áreas.

También coinciden los inspectores en la importancia de preguntar sobre las líneas metodológicas en Infantil y Primaria y cómo se trabaja la coordinación entre ambas etapas para garantizar una continuidad y seguir construyendo aprendizajes sobre la base que se ha creado en el nivel anterior.

Desconfiar de las modas es otra clave para elegir centro. En palabras de Fernández, «la innovación no es marketing, ni modas, ni herramientas digitales, ni gustos ni intereses colectivos o personales. Si no se garantizan los aprendizajes y saberes, ¿de qué innovación hablamos? Una escuela no es verdadera por ser innovadora, sino que es innovadora cuando es verdadera».

Visitar las instalaciones

Este año se vuelven a generalizar las jornadas de puertas abiertas de los colegios, unas visitas en las que abogan por prestar atención a un dato significativo: ¿se implica el profesorado o solo el equipo directivo?

El inspector Jesús Marrodán opina que es muy importante conocer las instalaciones, los proyectos de los centros y su estilo directivo, además de poder hablar con los docentes y plantearles aspectos que preocupan a las familias.