Las fiestas, ya sean en casas, locales o al aire libre, se siguen celebrando a pesar de ser una imprudencia en la situación actual. Las autoridades sanitarias insisten en desaconsejarlas, pero la Policía Local de Burgos tuvo que intervenir durante la noche del sábado en un total de veinte celebraciones en domicilios debido al ruido, en siete botellones y en dos locales de jóvenes con el fin de evitar este tipo de reuniones que suponen un verdadero peligro en plena pandemia, donde los contagios no dejan de aumentar.