En una ciudad que ha duplicado su población durante cinco días, el dispositivo de seguridad y sanitario desplegado en Aranda de Duero con motivo del festival Sonorama Ribera se saldó con cifras «estadísticamente despreciables», como calificó el jefe de la Comisaría de la Policía Nacional en Aranda Joaquín Gomá. «Cero agresiones sexuales, cero altercados públicos, cero reyertas, cero robos con violencia e intimidación», enumeró Gomá apostillando «no sé qué más se le puede pedir». 

Sí que es cierto que se registraron cuatro detenciones a lo largo de la celebración del festival y que se activó el protocolo por pinchazo en tres ocasiones, dos de ellas detectadas en el recinto del Picón, a un chico y una chica el sábado por la noche, y otra en la zona de acampada. «Tres personas que han creído que les han pinchado y en la primera inspección se ha descartado el pinchazo, no hay señales de aguja», especificó el jefe de la Policía Nacional y que confirma el director del Hospital de los Santos Reyes, Evaristo Arzalluz, porque «no se detectó ni sumisión química ni agresión sexual». Dos de esas personas fueron derivadas, según el protocolo marcado, al centro hospitalario, mientras que la tercera fue el dispositivo de Cruz Roja desplegado en el camping el que descartó pinchazo alguno.

En lo que a las detenciones se refiere, dos fueron por hurto de móviles, «uno de ellos llevaba encima una cantidad importante» especifica Gomá y otro fue una operación en coordinación con la Policía Local, a los que se suman otro por tráfico de drogas y uno más porque «se enfrentó a un guardia jurado en el ejercicio de sus funciones, eso es atentado a un agente de la autoridad».

El robo de móviles fue lo más frecuente en lo que a denuncias se refiere, con más de 40 registradas en los días del festival, aunque no se descarta que haya más «porque habrá gente que denuncie cuando llegue a su casa», remarcan desde la Policía Nacional.

En la Policía Local recibieron entre las 10 horas del miércoles 10 de agosto a las 7 de la madrugada de ayer un total de 341 avisos, de los que 178 fueron relacionados con el festival, levantaron cuatro actas por venta ambulante no autorizada, atendieron 15 incidentes sanitarios en la vía pública y llevaron a cabo nueve controles de alcoholemia, con 47 pruebas en total, de las que sólo dos arrojaron un resultado positivo. 

Presión en Urgencias. En el plano sanitario, el Servicio de Urgencias del Hospital de los Santos Reyes llegó a atender a 668 pacientes, 78 más que entre el 10 y el 15 de agosto del año pasado, por lo que el incremento de urgencias fue del 13%. «Se han juntado las urgencias de base, lo normal cuando se acentúa en verano porque los ancianos se descompensan y hay que estabilizarles por deshidratación o bajadas de tensión, más el incremento por la época estival, más lo que trae consigo Sonorama Ribera», consideró el director del centro hospitalario, Evaristo Arzalluz, que puso un valor la coordinación con la Cruz Roja.

Esta entidad desplegó equipos de 38 voluntarios cada día, de un total de 60 disponibles, en siete puntos en el centro de la ciudad, otro en la pool party, dos más por la noche en el recinto del Picón y otro en la zona de acampada las 24 horas del día. Entre todos ellos realizaron 820 intervenciones, de las cuales 30 se derivaron al hospital y ocho al centro de salud, siendo lo más habitual quemaduras, contusiones, rozaduras, golpes de calor y torceduras o esguinces.