Hace ahora tres años el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) abrió la posibilidad de que otros operadores que no fueran Renfe pudieran explotar las líneas de alta velocidad. ADIF preparó un paquete de rutas en los que se incluían los recorridos entre Madrid-Zaragoza-Barcelona; Madrid-Valencia; Madrid-Cuenca-Alicante y Madrid-Córdoba-Málaga-Sevilla.

Fruto de esa subasta, el pasado viernes la marca Iryo, formada por Ilsa, compañía propiedad de la valenciana Air Nostrum, y la italiana Trenitalia, empezó a operar en España. Meses antes, en primavera del 2021, la francesa SFNC, a través de la compañía de bajo coste Ouigo, completó su primer viaje de alta velocidad. Las dos empresas, que han entrado con tarifas muy agresivas para reducir el precio de los billetes, confirman que valoran Burgos como destino a futuro. «No descartamos, una vez hayamos puesto en marcha todos los destinos, abrir el espectro al resto de rutas de alta velocidad», apuntan desde Iryo. Ouigo ya dejó claro desde su presentación que no se conforma con las rutas asignadas y pujará por extenderse al norte de España, con el País Vasco y Galicia en el punto de mira. No obstante, primero el ADIF tendrá que sacar a concurso los diferentes surcos (o servicios).

Para que esto sea posible es indispensable la apertura de la conexión entre la capital castellana y Vitoria, que por el momento no cuenta ni con proyectos. Cuando entre en funcionamiento, incluyendo la 'Y vasca' y la conexión hasta Irún, la competitividad de la Línea de Alta Velocidad será enorme. Tampoco descartan -a futuro- empezar a ofrecer sus servicios hacia el noroeste, ya que LAV Madrid-Zamora-Galicia está ya completada.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)