Y Jesús vino a nacer a Estépar

I.P.
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Un grupo de 20 mujeres ha dedicado los viernes y sábados desde octubre a elaborar a mano medio centenar de figuras en madera, lana y tela para crear el Nacimiento y otros motivos festivos con los que han adornado el pueblo

La fuente de la Plaza Roja se ha utilizado para acondicionar y ambientar el Nacimiento. - Foto: Patricia

Estépar se ha transformado en Belén, la ciudad en la que, según los Evangelios de Lucas y Mateo, nació Jesús. Y desde hace unos días está siendo un lugar de peregrinaje, donde paran vecinos de los pueblos del entorno, los camioneros que cada día entran a la localidad para hacer un descanso en la ruta que les lleva a sus destinos, y los propios lugareños que están más que sorprendidos de lo bonitas que están las dos plazas, la de la Fuente, también conocida como la Plaza Roja, y la de Santamaría, con su ambientación navideña. 

Orgullosas y también algo sobrepasadas están las 20 mujeres que desde el mes de octubre se han juntado las tardes de los viernes y los sábados para confeccionar más de 50 figuras, que son las que conforman los dos escenarios donde se celebra el nacimiento de Jesús y la llegada de Papá Noel.

Ellas son Mercedes, Amparo, Victoria, Luisa, Conchi, Blanca, Noelia, Estíbaliz, Mayte, Isabel... todas, bajo la dirección de Ana Belén Rey han sido las artífices de que el pueblo tengan un pequeño rebaño de ovejas, camellos, una granja de gallinas y pollos, varias cigüeñas que hacen las delicias de los chavales, ardillas y hasta pajarillos sobrevolando los árboles. 

El grupo que ha elaborado las figuras posa orgulloso junto a los Reyes, las ovejas y las gallinas.El grupo que ha elaborado las figuras posa orgulloso junto a los Reyes, las ovejas y las gallinas. - Foto: Patricia

Todas estas figuras, elaboradas con solo tres materiales, madera, lana y telas, completan los dos espacios principales, el pesebre donde María y José arropan al niño recién nacido -que se ha instalado en la fuente ornamental de la Plaza Roja- y donde llegan los tres Reyes en sus camellos, y la decoración más pagana que ocupa el jardín de la plaza de Santamaría, tras el edificio municipal, en la que el motivo central es Papá Noel con su trineo.

Fue Ana Belén quien tuvo la idea de hacer una decoración diferente para instalar en el pueblo en Navidad. Ya el año pasado se habían hecho algunos renos y muñecos, pero fue acabadas las fiestas patronales cuando sugirió a los vecinos embarcarse en algo más grande. La respuesta fue unánime y dio paso a la creación de la Asociación Sociocultural de Estépar, que preside ella misma.

Aunque de la nueva entidad forman parte más vecinos, han sido dos decenas de mujeres y algunos niños -que también han echado una mano- quienes las tardes de los viernes y sábado desde octubre se han juntado para confeccionar las figuras que hoy lucen en el pueblo. El éxito de la iniciativa no solo está en el trabajo realizado para hacer el Belén, sino en haber logrado 'sacar de casa' esos dos días a las mujeres, no solo las que residen en el pueblo, sino algunas otras que solo están en Estépar el fin de semana, para hacer algo juntas y «crear comunidad», como recalca el alcalde, Jaime Martínez que no oculta lo orgulloso que está de sus vecinas, al igual que Ana Belén, que incide en que ha sido una manera de compartir unos buenos ratos. 

Y si tiene mérito desprenderse del sofá y de la novela de las tardes en televisión, más aún en el caso de un par de vecinas como Victoria, que hoy precisamente cumple 90 años, y Luisa, de 87. Son las más mayores del grupo de féminas, pero no les han pesado los años y han estado trabajando con la lana, deshilándola despacio para hacer el vellón de las ovejas o las plumas de las gallinas y los pajarillos.
Ana Belén explica que la idea desde el principio era trabajar solo con materiales como la madera -que ha habido que serrar y cortar para hacer tanto las figuras humanas como las de animales- y telas y lanas de varios colores para los trajes de los personajes y 'vestir' a los animalillos.

En el montaje final de los escenarios -que por la noche se iluminan- también han colaborado algunos hombres. Al final, recalcan ellas, se trata de un proyecto colectivo de los vecinos, para quienes resulta muy gratificante que el boca a boca y las redes sociales estén contribuyendo a visibilizar esta peculiar decoración artesanal que está atrayendo muchas visitas al pueblo. Tal es así que Ana Belén ya tiene en mente ampliar con nuevas figuras la decoración de cara al próximo año y llevarlas a otras calles para acabar haciendo de toda la localidad el auténtico pueblo de Belén y dar marcha atrás en el tiempo 2.000 años para ser testigos de la llegada de José y María a una humilde posada donde hallaron cobijo para vivir la auténtica Nochebuena, la del nacimiento de Jesús.