Hace ya más de dos años que la pareja formada por Beatriz y Armando regenta el Hotel Isabel de Briviesca, el único que permanece abierto a diario en el centro histórico de la ciudad. A pesar de tenerlo alquilado a ellos, los propietarios del edificio de la calle Santa María Encimera pretenden venderlo por 880.00 euros «negociables», según explica a este periódico uno de ellos.
Hace ya unos años, el empresario que inauguró el establecimiento quería desprenderse de él una vez que se jubiló, y aunque en ese momento fue consciente de que el turismo había sufrido un ligero crecimiento en la ciudad, mantenía que «no había suficiente trabajo para todos los hospedajes que existían antaño». Un hecho que en los últimos tiempos ha dado un giro importante ya que «la ciudad necesita más alojamientos para la cantidad de visitantes que recibe a lo largo del año», aclaran desde la Oficina de Turismo.
El local dispone de 38 plazas distribuidas en 21 dormitorios y una cafetería con servicio de desayuno que a día de hoy permanece cerrado al público y únicamente los clientes del hotel pueden utilizar. También de un salón social y un aparcamiento ubicado a 30 metros de distancia. Durante los meses de invierno el perfil de los clientes en días laborables corresponde con trabajadores aunque los fines de semana o durante las vacaciones se llena de parejas o familias que se encuentran de paso.
Aunque los dueños del negocio familiar buscan un nuevo propietario ya que «a nosotros no nos interesa gestionarlo», asegura uno, «llegaremos a un acuerdo con las personas que actualmente lo regentan en caso de que alguien tenga interés en comprarlo», añade. La pareja que trabaja el local firmó un contrato de cinco años que todavía no ha finalizado.
El Hotel Isabel es el único operativo a diario dentro del casco histórico. En la carretera N-I se ubica el Hotel-Restaurante El Vallés, el más grande de todos, que dentro de su recinto dispone de dos hospedajes distintos. Por una lado, el hotel de cuatro estrellas, que cuenta con 47 plazas repartidas en habitaciones individuales, dobles y triples; y la hostería, con camas para 22 personas. Su dueña expone que principalmente viven de las excursiones y de los europeos que se trasladan al sur de España a pasar largas temporadas. En anteriores anualidades y con motivo de las circunstancias tan críticas que salpicaron a este tipo de negocios con motivo de la pandemia, el alojamiento cerró sus puertas durante algunos meses del invierno. Sin embargo, fuentes del mismo manifiestan que «en esta ocasión no tienen ninguna intención de clausurarlo y permanecerá abierto de continuo».
Otras alternativas. Otro establecimiento de cabecera dentro de la comarca bureba, La Casona, ofrece servicios de comidas y cenas, además de contar con varias habitaciones. Según la información que varios vecinos han aportado, el hostal-restaurante, que se ubica dentro de un edificio histórico del siglo XVII, «no funciona a diario». El interés en abrir viviendas de uso turístico en Briviesca se ha fomentado y ya hay cinco operativas. Además, el Ayuntamiento tramitó a lo largo de 2021 dos nuevas solicitudes de licencia ambiental y varias personas han acudido a las oficinas municipales a informarse de los trámites a seguir para montar un negocio de estas características.
Por contra, hace ya años que el Hostal Lagaresma cerró la persiana. Se trata de un alojamiento con más de 50 plazas y 27 dormitorios que fue adquirido por empresarios foráneos con intención de reabrirlo. «Desconocemos si se trata de un hecho real o un bulo», aclaran desde Turismo. El Hostal Jerónimo tampoco funciona y la imagen de abandono que presenta deja claro que, a pesar de que en internet sigue apareciendo como posible alojamiento, no se puede reservar allí.