900 empresas se apoyan en la UBU para crecer

G. ARCE
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Este curso se espera superar el centenar de contratos de investigación tras el parón vivido en 2020 con la pandemia. Más de 2.000 alumnos realizan prácticas gracias a los acuerdos firmados

Investigaciones con los aceros desarrolladas en los laboratorios de la Politécnica. - Foto: Alberto Rodrigo

La Universidad de Burgos mantiene una relación sólida y próxima con alrededor de 900 empresas de la provincia, principalmente, y del resto de España, lo que, entre otras muchas ventajas, facilita la realización de prácticas y el primer contacto con la vida profesional a más de 2.000 alumnos cada curso. Es un universo empresarial que desde la institución académica estiman que puede y debe crecer mucho más, incorporando especialmente a pymes y micropymes, aunque el problema "es que no nos conocemos, no sabemos hasta dónde puede llegar la relación entre ambas partes, algo que sí han comprendido y utilizan en su beneficio casi todas las grandes empresas de Burgos".

El pasado curso fue especial por la pandemia, que congeló la actividad empresarial durante meses y también los contactos universidad-empresa. Los contratos de investigación y prestaciones de servicios, los del "artículo 83" de la Ley Orgánica de Universidades, descendieron a los 94, por un montante total de 630.000 euros. Hasta la fecha, este año, ya se han firmado 93 proyectos de 520.000 euros -similares a los cerrados en 2020- y se espera que durante el último cuatrimestre se lleguen a los 100-120 proyectos firmados y se supere el millón de euros.

"Ha habido años que hemos alcanzado hasta los 1,2 millones", apunta Gonzalo Salazar, vicerrector de Relaciones con la Empresa y Resiliencia, que pone en valor estos números con respecto a otras universidades. "La Politécnica de Madrid supera los 10 millones y la Rovira i Virgili, por ejemplo, alcanza los 5 millones, pero solo con Repsol, empresa de referencia en Tarragona, tiene firmados 1,5 millones", matiza.

Los contratos de investigación y prestaciones de servicios permiten realizar actuaciones bajo demanda de las empresas. El pasado año, en torno al 20% de estos acuerdos tuvieron una cuantía total de menos de 2.000 euros, un 42% se situó entre los 2.000 y los 5.000, otro 20% entre los 5.000 y los 10.000 y un 18% estuvo por encima de esas cantidades.

"A veces son informes técnicos o ensayos muy específicos que se basan en el conocimiento concreto de nuestros investigadores o en la disponibilidad de un equipamiento que normalmente no se encuentra en el mercado, pero de una duración temporal reducida", explica Salazar.

A medida que sube el presupuesto de la colaboración se extiende la duración del proyecto y, sobre todo, la implicación y número de los investigadores contratados de la UBU.

El 5% de las colaboraciones firmadas en 2020 se realizaron con administraciones públicas de fuera de Castilla y León. Un 20% fueron contratos y prestaciones con administraciones de la Comunidad, principalmente de la provincia (varios ayuntamientos y Diputación, entre otros).

La mitad de los contratos se firmó con la industria privada, mayoritariamente de la ciudad, y el 25% restante corresponde con contratos con empresas del resto del país.

Temas. 

El universo de materias que aborda la relación Universidad-empresa es muy amplio. Por ejemplo, explica el vicerrector, los ámbitos de historia y patrimonio se vinculan principalmente a los contratos y convenios con administraciones públicas, los informes de situación sectoriales se realizan para confederaciones empresariales y administraciones, mientras que los ensayos específicos, informes técnicos o evaluaciones de procesos y productos de todos tipo (maquinaria, ingeniería, robótica, alimentación, materiales de construcción…) corresponden con el ámbito industrial. 

Ejemplos hay muchos y variados, pero no todos son públicos por las políticas de confidencialidad de las empresas. El especialista en sistema de extinción de incendios, Siex 2001-Grupo Komtes, por ejemplo, acudió a la UBU para recibir asesoramiento en la realización de ensayos en depósitos a presión. La Flor Burgalesa realiza estudio de productos de bollería de propiedades sensoriales tras aplicar distintas técnicas para reducir el contenido de acrilamida.

En el Laboratorio de Mecánica de Materiales, en la Politécnica Río Vena, se estudian las características y resistencia del acero para su uso en el desarrollo del hidrógeno verde como combustible de transporte, en un proyecto en el que participa Hiperbaric.

"En cualquier caso, la colaboración con empresas aportando desde la UBU conocimiento para investigación, desarrollo e innovación puede incrementarse bastante, sobre todo participando en desarrollos a medio plazo que puedan dar un salto cualitativo a los desarrollos empresariales", reflexiona Gonzalo Salazar. Ya se trabaja con todas las empresas grandes asentadas en Burgos, aunque es "muy mejorable" la colaboración con las pymes.

"Todo lo que tiene que ver con innovación, con el desarrollo de nuevos procesos, productos o la implantación de una nueva tecnología o el abordaje de un nuevo mercado, todo eso lo conocemos porque trabajamos con empresas, administraciones y continuamente formamos profesionales. El error es pensar que eso solo lo hacemos con las empresas grandes, también las pymes se pueden acercar a la UBU".

En 2020 también se realizaron 6 proyectos en colaboración a través de convenios firmados con fundaciones, siendo La Caixa la principal beneficiaria, por valor de 600.000 euros.

Prácticas.

La realización de prácticas del alumnado de la UBU supone mantener una relación con cerca de 800 empresas con las que se firman convenios, a razón de 200 anuales y renovables, no todas de Burgos. En esta relación participa el alumno y también un tutor empresarial y otro académico. "Es un universo muy razonable para atender las necesidades de los 2.000 alumnos que colocamos en prácticas cada año".

El contacto más fácil para acceder a la órbita empresarial de la UBU está a través la OTRI-OTC, la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación-Oficina de Transferencia de Conocimiento, pues donde, en un primer contacto, se puede encajar o no los intereses de la empresa con los de la UBU. "En la OTRI se dice muy rápido si es posible atender una demanda o no". La gestión de las prácticas se realiza a través de Empleo o la Oficina de Empleo.

"Creemos importante que, antes de acudir al mercado, la empresa nos consulte, que exista un contacto directo y una relación estable. Siempre ha de tenerse presente que el grado de desarrollo de las tecnologías universitarias puede ser muy alto o que necesiten un periodo de años para alcanzar el nivel, por lo que en soluciones inmediatas podemos no ser competitivos. En algunos casos, trabajamos de un día para otro, en otros no".

Los empresarios ven a la Universidad a un ritmo más lento que sus necesidades.

La relación UBU-empresa ha mejorado en los últimos años "extraordinariamente", aunque la mayoría del empresariado local, especialmente entre las pymes, sigue creyendo que el ritmo de la Universidad es "más lento" que el de las necesidades del día a día de las empresas y eso es un impedimento importante a la hora de facilitar y alentar la relación entre ambas partes.

El presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, explica que las decisiones en la empresa "son de hoy para mañana" y no entienden de una burocracia que, a veces, se puede alargar meses. Sí estima el avance tecnológico que ha experimentado la UBU y que permite su colaboración con los principales grupos empresariales del entorno pero, añade, es necesario explorar nuevas fórmulas que permitan acercar la UBU a las pymes y, sobre todo, que esa relación sea más fácil y menos burocratizada. "En la empresa lo único que no sobra es el tiempo".

Los empresarios también están inmersos en un proceso de reconversión y modernización de procesos vinculados a la digitalización de la economía. "Entiendo que la Universidad tiene claro que lo que va a cambiar el mundo en 20 años va superar los cambios vividos en los últimos 60. Necesitan unos modelos de formación y unas titulaciones enfocadas a este cambio, a la digitalización, a las nuevas energías, a la nueva movilidad...".

La patronal recuerda la vieja reivindicación de la ingeniería del automóvil en Burgos que se quedó en el recuerdo y avisa de que hay campos, como los anteriormente mencionados, en los que se van a demandar muy pronto titulados de una alta cualificación. "Al final, entendemos, se trata de que nuestra Universidad forme a profesionales para que desarrollen su carrera laboral en Burgos, para que la ciudad y su industria sean referentes en campos innovadores como lo han sido en los últimos años".