La ley del 'sí es sí' internará en centros a más menores

FERNÁN LABAJO
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La jueza Blanca Subiñas señala que se equipara una agresión a un tocamiento, lo que obligará a encerrar a adolescentes por delitos que antes se resolvían con libertad vigilada

Manifestación feminista frente a los juzgados. - Foto: Alberto Rodrigo

La delincuencia juvenil se ha mantenido en niveles estables en los últimos años. Es cierto que la pandemia hizo aflorar comportamientos agresivos en adolescentes que antes no habían tenido problemas y eso derivó en un repunte de los delitos de violencia doméstica. Pero la nueva normalidad también está presente en el Juzgado de Menores. Un órgano que reconoce que las únicas infracciones que crecen son los abusos y las agresiones sexuales. No porque haya más, sino porque, como han explicado en numerosas ocasiones fiscales, jueces y fuerzas de seguridad, ya no se toleran comportamientos antes normalizados. En este escenario del que Burgos no es ajeno, hay cierta expectación por cómo tratar esta tipología en base a la ley de Libertad Sexual, conocida como del 'solo sí es sí', en esta jurisdicción. La titular, Blanca Subiñas, advierte de que tendrán menos flexibilidad a la hora de fijar las penas, que con el nuevo texto se agravan. 

La cuestión, señala Subiñas, es que al equipararse el abuso a la agresión sexual, las penas a partir de ahora se «incrementan». En este sentido, explica que «antes teníamos más libertad para poder elegir la pena a imponer en base al delito cometido». Y pone de ejemplo la infracción más común en estos casos, los tocamientos, que a partir de ahora están al mismo nivel que una penetración. 

«Antes, lo normal era imponer una pena de cuatro años de internamiento en un centro a un menor que cometía una violación. Sin embargo, unos abusos se resolvían con libertad vigilada o incluso unos talleres educativos. Básicamente porque teníamos multitud de posibilidades para poder elegir acorde a lo que se juzgaba. A partir de ahora vamos a tener problemas», recalca. 

La ley del 'sólo sí es sí' contempla penas de entre uno y ocho años de prisión a los condenados por este tipo de delitos que ahora iguala el texto. La jueza de Menores de Burgos es clara y considera que no se puede decretar el internamiento de un adolescente por unos tocamientos. «Nos va a traer problemas, porque no son delitos iguales (...)».

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