El Camino Natural de la Vía Verde de la Demanda podrá por fin someterse a un arreglo integral, gracias en parte a la subvención que la Diputación de Burgos les concedió en año pasado a través de la convocatoria de Sodebur para agrupaciones de municipios y mancomunidades y que costeará el 60% de los 42.928,61 euros por los que sale a licitación la obra, con un plazo de ejecución de 3 meses.

La Mancomunidad espera que pueda estar finalizada antes de verano, para que reactive el turismo a lo largo de sus 52 kilómetros de recorrido, muy transitados desde que la covid-19 cambió la forma de entender el ocio y el tiempo libre. Siempre y cuando, claro, encuentren al menos una empresa interesada, porque como todas las administraciones locales en los últimos meses se exponen a que el concurso quede desierto. Por un lado, porque los pequeños contratistas de obras y reformas están desbordados de trabajo. Por otro, porque «licitar este año con los precios del año pasado es un riesgo», explica Roberto Neila, alcalde de Barbadillo de Herreros y presidente de la Mancomunidad, a la que también pertenecen los municipios Arlanzón, Villasur de Herreros, Pineda de la Sierra, Riocavado de la Sierra y Monterrubio de la Demanda, así como la pedanía de Urrez.

Todos ellos suman una población teórica que no llega a los 1.000 habitantes y que en realidad se queda aún más menguada. Por ejemplo, en Monterrubio de la Demanda figuran 58 personas empadronadas, cuando entre octubre y mayo solo viven una decena. Así, los escasos recursos de los ayuntamientos contrastan con el potencial turístico de un camino natural que se encuentra tan infrautilizado como deteriorado en muchos tramos de su recorrido. En 2021 apenas pudieron parchear algunos kilómetros. «No nos daba para más.El presupuesto de la mancomunidad es exiguo», añade Neila.

La capa de rodadura de la vía verde, actualmente de tierra en la mayor parte de su recorrido, está muy deteriorada, especialmente en las zonas más próximas al casco urbano de los municipios que atraviesa la vía y de coexistencia con vehículos particulares, puesto que dan acceso a fincas privadas o montes públicos. El tráfico de todoterrenos y maquinaria agrícola, junto con los efectos de la lluvia y la nieve, «hace que dichos tramos sean muy vulnerables, de tal manera que, existen tramos con gran cantidad de baches», se recoge en el proyecto. Además, la abundante vegetación que se acumula en muchas cunetas impide que el agua circule de manera correcta y agrava los desperfectos.

Los técnicos consideran necesaria una intervención generaliza para bachear y perfilar, y limpiar las cunetas desde el inicio, en Arlanzón, hasta el kilómetro 52, salvo los poco más de 3 kilómetros que cruzan la localidad de Bezares, término municipal del Valle de Valdelaguna, porque no está incluido en la mancomunidad.

También se arreglarán y repondrán los tramos de barandillas y los carteles informativos y señales deteriorados o rotos.

El plazo de presentación de ofertas se encuentra abierto hasta este miércoles.