5.000 firmas avalan el rechazo que los vecinos de las comarcas de la Demanda, Juarros y Montes de Oca vienen oponiendo desde hace dos años largos no solo a dos megaparques eólicos que se pretende instalar en ese territorio, los conocidos como Marmica y Fuerga, sino a cualquier otro de grandes dimensiones previstos en la provincia, al considerar que esas instalaciones no son modelos sostenibles y generan un impacto ambiental negativo en sus entornos. Además, consideran que la provincia burgalesa está muy sobredimensionada y piden que se opten por proyectos más pequeños, distribuidos a lo largo de todo el país de manera más racional y equilibrada, y que se apueste por el autoconsumo y por las comunidades energéticas. 

Aunque la lucha de la Coordinadora para la Defensa de la Demanda, Juarros y Montes de Oca comenzó contra los eólicos, también se manifiesta contraria a lo que llaman 'grandes polígono energéticos' en referencia a los huertos solares que plantean ocupar grandes hectáreas de superficies. Abel Porras, el miembro de la plataforma encargado de registrar ayer en la Junta las firmas, reiteró que no están en contra de ambas energías, pero no de la manera que las empresas las están implantando.    

En este sentido, la coordinadora pide una moratoria para los megaparques «que son auténticos polos industriales que destruyen nuestros campos, nuestros bosques y el bienestar de las personas que estamos en los pueblos, y que solo reportan beneficios a fondos buitres, a empresas extranjeras o a los llamados oligopolios eléctricos, es decir cuatro o cinco compañías que controlan todo el mercado y que están detrás de ciertas subidas poco justificables de los precios de la energía eléctrica», explica Abel Porras, que añade que «poner molinos que miden un cuarto de kilómetro de altura no sirve a nadie ni a nada bueno». 

Las firmas que ayer se presentaron se han unificado en un único paquete. Durante muchos sábados, vecinos de los pueblos de Juarros, Oca y las estribaciones de la Demanda las estuvieron recogiendo en el Paseo del Espolón. Algunas de ellas se registraron en la Subdelegación del Gobierno, otras no. Por eso, el acto de ayer pretendía ser un recopilatorio de todas esas rúbricas en contras de este tipo de megaplantas eólicas y solares. 

En todo caso, Porras explica que lo que hay que favorecer es la instalación individual de esas energías en los hogares. La coordinadora también se muestra preocupada por la presión de países como Alemania a la UE para que los proyectos eólicos no tenga que ser sometidos a la evaluación ambiental, lo que sería nefasto, añade Porras, para el patrimonio cultural y paisajístico de provincias como Burgos.   

Sin noticias en la zona. Por lo que respecta a los proyectos Marmica y Fuerga, el miembro de la coordinadora explica que siguen en tramitación  por parte del Estado, pero que desde hace un año, en las comarcas afectadas no se han recibido noticias de en qué punto se  encuentran, «por lo que hay cierta tranquilidad, pero manteniendo el rechazo a su ubicación». Ambos parques tendrían 49 aerogeneradores y 210 MW de potencia.