La diócesis estrena una formación prematrimonial más larga

A.G.
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Anualmente acuden a los cursillos -no obligatorios pero sí "muy convenientes"- entre 150 y 200 parejas. La Delegación de Familia y Vida los llama "una propuesta de vida" y admite que la inmensa mayoría de quienes acuden ya llevan tiempo convivendo

Jorge Lara, Laura Pérez y el consiliario Julián Palencia. - Foto: Luis López Araico

Los delegados de Familia y Vida de la diócesis de Burgos, Laura Pérez y Jorge Lara, sonríen visiblemente molestos cuando recuerdan el revuelo que se montó en todo el país cuando varios medios de comunicación publicaron un texto, que luego la Conferencia Episcopal llamó "borrador", que incluía la recomendación de la jerarquía de la Iglesia católica de que la mujer pudiera echarse una siesta  y el hombre ocuparse de algunas tareas de casa los días que pretendieran mantener relaciones sexuales. Semejante cosa aparecía en un documento sobre la preparación al matrimonio, del que también se destacó la necesidad de que lo que antes se llamaban ‘cursillos prematrimoniales’ duren entre dos y tres años y otras consideraciones a propósito de la sexualidad en general y de la masturbación en particular. "Aquello no era el texto definitivo sino una más de las aportaciones que se hicieron", comenta esta pareja, que asegura estar firmemente convencida de la corresponsabilidad de hombre y mujer en las tareas domésticas y que, junto con otros matrimonios y sacerdotes, se ocupa de dar la formación que la Iglesia considera necesaria a las parejas que se van a casar por su rito.

La diócesis estrena este año la renovación de sus cursillos prematrimoniales, un programa que ha dado en llamar 'El camino de la alegría del amor', que es algo más amplio e intenso que el que se hacía anteriormente y que se basa en Amoris laetitia, la exhortación del papa Francisco sobre el amor en la familia. La preparación incluye seis sesiones de dos horas (que las parejas van a poder ir tachando conforme las vayan realizando en una especie de compostelana que esta delegación va a preparar ad hoc) que, bajo el epígrafe ‘Experiencias de encuentro’, abordarán temas muy variados, desde la sexualidad y los hijos hasta la psicología o el matrimonio en el mundo. 

A esto se le añadirán otras actividades que se van a plantear a las parejas con fecha de boda: ‘Experiencias de oración y celebración’, ‘Experiencias de compromiso y solidaridad’ y ‘Experiencias de vida de Iglesia’. Tras estos títulos se incluyen diferentes actividades que la diócesis organiza para toda la población y que se ofrecen a los novios como parte de su formación: una vigilia el día de San Valentín, ir a una exposición sobre refugiados o de trata de personas, participar en un círculo de silencio (actividad que la Iglesia hace mensualmente en solidaridad con los inmigrantes) o en una plantación de árboles o en unos ejercicios espirituales. Jorge Lara considera que este nuevo modelo no supone un aumento significativo del tiempo  aunque suponga alguna hora más: "Es un tiempo que consideramos y esperamos que valoren como bien invertido, porque va a ser participativo y vital". Por su parte, Julián Palencia, sacerdote y consiliario de la Delegación de Familia y Vida, explicó que los cursillos no son obligatorios como tal pero sí "muy convenientes porque ayudan a enseñar cómo es nuestra propuesta de matrimonio cristiano siendo discípulos de Jesús".

Con respecto al planteamiento de la Conferencia Episcopal sobre la duración de entre dos y tres años de la preparación al matrimonio, aclaran Laura Pérez y Jorge Lara que se trata para novios que aún no tienen fecha de boda pero que quieren formarse a largo plazo, y aseguran que ya hay alguna pareja interesada: "Creemos que va a ser algo minoritario pero positivo y si vemos que hay demanda se podría implantar; en cualquier caso es un material que no se plantea como obligatorio. Por otro lado, cada vez la gente es más consciente de que se tiene que preparar para todo y en el ámbito civil están surgiendo figuras como las del coach, que al final no hace otra cosa que acompañar en un proceso vital".

En los cursillos prematrimoniales se encuentran con la misma realidad que hay en una sociedad en la que las bodas por lo civil han superado ya a las católicas: parejas treintañeras, que llevan ya un tiempo conviviendo (algo a lo que lo que no se le pone ninguna pega) y apartadas de la Iglesia: "Es cierto que vienen con prejuicios e ideas preconcebidas pero acaban muy contentas y se sorprenden de muchas cosas. Llegan también un poco por obligación pero el ambiente que se genera es de diálogo y de apertura porque lo que se les muestran son testimonios de matrimonios, utilizando a veces nuestra propia experiencia", explican Laura y Jorge, que añaden que se suele trabajar con la Carta de San Pablo a los Corintios sobre las características del amor, "que son las que plantea la Iglesia" para ofrecer algunas de las claves que pueden llevar a un matrimonio duradero: "Al final, es algo muy humano. Cualquiera que ha tenido una experiencia de amor sabe que es sacrificio, entrega al otro, crecer en el amor, cuidarlo día a día, cuidar lo cotidiano. Ahí está el secreto". ¿Y qué se le cuenta sobre sexualidad -que es uno de los contenidos de los cursillos- a parejas que llevan ya mucho tiempo durmiendo juntas? "Que el sexo es bueno, que tiene una vertiente de comunicación, de expresar el amor y que tiene una dimensión también procreativa, que desde hace mucho tiempo ya que no es la única".

Aseguran -blandiendo ‘algunas encuestas’- que los que se casan por la Iglesia Católica tienen tasas más bajas de divorcio. En cualquier caso, la cifra de rupturas matrimoniales, alta para Jorge Lara, tiene que ver con el individualismo que impera en la sociedad: "Faltan proyectos en común y, al final, pesan más los intereses que pueda tener cada uno y eso hace que se rompa la convivencia. Es fundamental, contra esto, tener una dinámica de diálogo y eso es importante que se haga desde el noviazgo. Por eso es más que recomendable la preparación al matrimonio, porque se habla de estas cosas y, de alguna manera, se allana el terreno para cuando se presentan los problemas".