El oscuro secreto del padre Angulo

R. PÉREZ BARREDO
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La reaparición en Granada de José Ramón Angulo, cura burgalés que fue párroco de Arija y que desapareció en 2013 sin dejar rastro, revela que fue suspendido para ejercer su ministerio sin que se sepan los motivos

Angulo, en el centro, durante un acto litúrgico celebrado hace unos años en Arija.

No sólo vestía siempre con sotana: a menudo se tocaba con sombrero de teja o bonete, se adornaba con aliños indumentarios casi desterrados por el clero actual, y oficiaba misas de espaldas a los fieles, como se hacía antes del Concilio Vaticano II. Así que la imagen de José Ramón Angulo, durante más de tres lustros cura de Arija, Cilleruelo de Bezana o San Vicente de Villamezán, entre otros pueblos burgaleses, constituía todo un anacronismo. También lo era su relación con los fieles más fervorosos: había quienes le arreglaban la ropa para que siempre luciera como un pincel y quienes le sentaban a su mesa en domingos y días de fiesta. ¿Un cura trasnochado? ¿Un personaje berlanguiano? ¿Un nostálgico de tiempos pasados? De algo sí sentía añoranza, sin ocultarlo, este José Ramón Angulo, natural de Espinosa de los Monteros, hijo y nieto de guardias civiles: conocida era su ideología ultramontana y su estrecha relación con grupos ultraderechistas. Existen pruebas fehacientes que cualquiera puede encontrar fácilmente en internet: casi 20.000 visualizaciones tienen sendos vídeos grabados en 2009 en los que se ve al clérigo afirmar en un acto en Santander que "en esta España actual, ni el Ejército es lo que era, ni la Benemérita es la que era, ni el clero es el que era, ni España es la que era" para, a continuación, entonar el ‘Cara al sol’ con el brazo a la romana.

Un día de 2013 José Ramón Angulo desapareció de Arija sin despedirse y se esfumó sin dejar rastro. Lo único que trascendió entonces fue el silencio: el Arzobispado de Burgos cerró filas en torno al caso. Ahora se ha sabido que a Angulo se le prohibió ejercer el ministerio. Una suspensión a divinis, en jerga clerical, que confirman hoy fuentes de la Diócesis burgalesa después de que el páter, de quien se ignoraba el paradero durante los últimos años, haya aparecido en Granada armando un revuelo de aquí te espero. No en vano, ha sido el propio arzobispo de esta Diócesis nazarí, Francisco Javier Martínez, el que ha dado la voz de alarma dirigiéndose a sus feligreses mediante una misiva en la que advierte de la presencia de un falso sacerdote que está celebrando actos de culto y celebraciones litúrgicas en nombre de la Iglesia Católica en pueblos del área metropolitana de la capital. En el escrito se apunta que existe un riesgo de que el "impostor" requiera aportaciones económicas a las fieles e insiste en que se trata de un "exclérigo reducido al estado laical por la Santa Sede" tras ser considerado "como no idóneo para el ejercicio del sacerdocio".

¿Por qué fue suspendido a divinis José Ramón Angulo? Es el gran misterio. Fuentes del arzobispado de Burgos aseguran que la ideología -en este caso de extrema derecha- no es motivo suficiente para que la Santa Sede suspenda a un sacerdote. Feligreses que asistieron a sus homilías durante su larga estancia en Arija y el resto de pueblos de los que fue párroco afirman que jamás hizo en ellas apología en este sentido, y que su comportamiento, en cuanto a su relación con los vecinos -fueran practicantes o no-, siempre fue correcta. Eso no quita, claro, para que hubiera arijanos a los que el padre Angulo caía mejor que a otros, como puede constatarse consultando en páginas de redes sociales de Arija los comentarios alusivos a la reaparición de su expárroco en Granada. En cualquier caso, nunca protagonizó ningún hecho especialmente escandaloso, más allá de alguno anécdotico como el acaecido en 2006 con relación a la quedada de una agrupación nudista en Arija. El padre Angulo lideró un acto de desagravio que incluyó procesión, plegarias y reparto de un libelo que llevaba por título ‘La Biblia condena el desnudismo’.

Este episodio tuvo su eco en las páginas de este mismo periódico cuando José Ramón Angulo escribió un texto de respuesta a una carta publicada por el presidente de la Asociación Nudista de Burgos, Felicísimo Lorenzo, quien tras agradecer a los vecinos y hosteleros de Arija su "magnífica hospitalidad" irónicamente dio gracias al sacerdote por el acto de desagravio "y las oraciones que se elevaron al Cielo por la salvación de nuestras almas pecadoras". En su misiva de réplica, el clérigo se mostró un tanto iracundo, mostrando cierta radicalidad. Hete aquí algunas perlas: "No sé lo que dirán los psiquiatras con respecto al nudismo, pero sí sé lo que dice la Santa Biblia, y tanto las Sagradas Escrituras como la tradición de la Santa Madre Iglesia condenan el desnudismo desde que el ser humano cometió el pecado original (...) Por encima de psiquiatras, asociaciones naturistas, costumbres modernas inmorales e indecentes está Dios, su Santa Ley (...) Yo seguiré rezando para que no se condenen, pero como usted y sus amigos no hagan nada, mis oraciones no serán suficientes para que, como dice usted, no vayan ‘de cabeza al infierno’".

Un misterio. Aunque su comportamiento público no llamara especialmente la atención , José Ramón Angulo era un sacerdote "incómodo", según admiten fuentes de la diócesis burgalesa. Pero una cosa es sentirse incómodo con uno de tus pastores y otra muy diferente decidir, Santa Sede mediante, inhabilitarle para ejercer su sagrado ministerio. En este sentido, las mismas fuentes consultadas aseguran que tuvo que darse un "hecho muy grave, muy fuerte" para que esto sucediera. El mutismo sigue imperando en este sentido. Lo más que el Arzobispado asegura de forma oficial es que la suspensión se debió a "razones de fuero interno" y que éstas no pueden ser reveladas. ¿Qué oscuro secreto rodea al padre Angulo?