Si hay alguna zona en la ciudad que ha conocido tiempos mejores esa es, sin duda, la calle Madrid, al menos y, sobre todo, en el tramo que parte del bulevar y desemboca en la Plaza de Vega. Puerta de entrada de viajeros durante mucho tiempo, en la última década su deterioro ha sido imparable. Dan testimonio de ello los comerciantes más antiguos que aún permanecen con su establecimientos abiertos. Uno de ellos es el peluquero Tony, que regenta el negocio del mismo nombre desde hace más de 30 años y lo ha visto muy de cerca.  «Conforme ha ido pasando el tiempo cada vez han cerrado más tiendas. Esta es una calle que no se ha cuidado, no hay más que ver el caos del tráfico que se crea todos los días». Se refiere al cruce con las calles Progreso y Concepción, donde es habitual que se ralentice la circulación y donde este profesional asegura que debería haber una rotonda.   

Su negocio está enfrente del Hospital de la Concepción, el magnífico edificio del siglo XVI, que lleva años en el limbo. «No es comprensible cómo una joya como esta esté inutilizada después de tanto tiempo, parece mentira que no se haya querido poner en valor  nunca. Hubiera sido un buen atractivos para que la calle no se nos muriera del todo, seguro que si estuviera operativo alrededor se hubieran abierto algunos negocios gastronómicos. Ahora, quien quiera comer por aquí no tiene gran cosa», afirma. Lo que él cuenta no es muy diferente de la postura que mantiene la asociación de vecinos Nuestro Barrio, que lo fía todo al año 2025 cuando, según dijo el ministro de Cultura, Miquel Iceta, en su última visita a Burgos las obras de recuperación del edificio que albergó años ha una facultad de medicina estarán finalizadas. «Confiamos en que la actividad cultural que acogerá ese complejo le dé vida a la zona, que en algún tiempo lo fue todo en Burgos», afirma el presidente de la entidad, Florentino González.

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