El juego de la taba que durante todo el día de hoy estará presente en algo más de veinte bares de Briviesca seguramente se volverá a resentir por la crisis y las apuestas no tengan la misma alegría que en los años de bonanza económica donde, sobre todo a altas horas de la noche, los billetes volaban de mano. En los últimos años, lo dicen los briviescanos, hay más mirones y menos jugadores ‘espectaculares’ pero lo importante es que la tradición pervive. Para quienes acudan por primera vez a la fiesta, deben tener claras las sencillas normas del juego y seguir esa regla que dice que «una vez al año, no hace daño».
La taba se lanza al aire y cae sobre la mesa. Puede hacerlo en cuatro posiciones diferentes: dos de pie y dos tumbada. En estas dos últimas no gana nadie y se sigue tirando. De las posiciones de pie, si sale la cara cóncava (que está pintada para facilitar su reconocimiento y que se denomina «carne») gana el que ‘ha comprado’ la taba y si cae la otra cara ( «culo») ganan los que apuestan teniendo opción éstos a tirar la taba y apostar contra los restantes jugadores.
La capital burebana se parecerá, a lo largo de esta tarde y de esta noche, a un casino lleno de jugadores de toda edad y condición deseosos de tentar a la suerte y ansiosos por doblar la apuesta. Todos se dejarán llevar por el hormigueo de la fortuna para poderlo contar al día siguiente porque eso también forma parte de la fiesta. Hay un dicho en la ciudad: «Al día siguiente, todo el mundo dice que ha ganado».
Es una experiencia especial. La mayoría de los apostantes no son desconocidos ni gente anónima, se conocen entre sí, se saludan o se cruzan por la calle. Sobre las mesas donde se lanza el huesecillo de carnero, la alegría es compartida por todos. Los locales de la ciudad en los que se tira la taba llevan poniendo mesa desde hace décadas y siguen la tradición de sus antecesores. Muchos de sus actuales titulares lo han visto desde su primera infancia y saben que las horas en las que hierve el juego son entre las dos y las cuatro de la madruga.
Algunos señalan que hay gente que no es habitual de los juegos de azar y sin embargo no puede resistirse a la taba. Los hosteleros, afirman que en las primeras horas de la noche, hay más jugadores pero las cantidades fuertes se apuestan realmente de madrugada. La Fiesta de la Tabera dota a la capital burebana de un aire extraordinario que no tiene nada que envidiar a cualquier jornada de las fiestas patronales de agosto.
El ambiente es animado y a la vez tranquilo, sin conflictos. El ambiente es propicio para los encuentros, las bromas y para compartir algo de suerte. Juan Gómez, un jubilado burebano, es de esos jugadores fijos que todavía se acuerda de su primera apuesta. Según explica, «esto es una cosa especial que gusta mucho a los que vienen de fuera».
Margarita Ruiz, burebana de mediana edad, confiesa que disfruta viendo jugar y observar las reacciones de la gente para dejarse contagiar. Laura Gómez, una joven estudiante, indica que le gusta salir a La Tabera con sus amigas, poner un pequeño bote y tentar a la suerte. «Es un juego que llama la atención», dice. Para quienes aún no lo conocen, hay que decirles que no se lo pierdan y que, además, lo de la «suerte del novato» se suele cumplir. Acudir a Briviesca el día de La Tabera, cenar, tomar algo y comprarse unas típicas almendras garrapiñadas es un plan perfecto pata gente de todas las edades.
Guía de juego
Taba: hueso que se extrae de la rodilla del ganado lanar.
'Carne': posición de la taba que da ganador a quien la tira. Se distingue porque está pintada. Cada año el color cambia para que no haya problemas de manipulación.
'Culo': posición de la taba que da ganador al resto de los apostantes.
Mesas de juego: se colocan más de veinte en los bares de Briviesca. Están en funcionamiento el propio día de La Tabera y también la víspera. En este segundo caso, los burebanos suelen decir que «están los de casa». Además, se preparan durante algunas horas mesas para que jueguen los niños como una forma de mantener viva la tradición. Sus apuestas son muy reducidas en lo que se refiere a cantidad.
'Barato': encargado de la mesa que controla las apuestas y todo el proceso para que todo discurra según el reglamento establecido.
Tirador: quien tira la taba no puede dejar de jugar en tanto no saque 'culo' o no queden apuestas.
Apuestas: todas las apuestas tendrán que ser admitidas mientras el 'barato' tenga dinero para casar, por mínimas que sean.
Retirada: el 'barato' podrá retirar hasta un cinco por ciento del dinero existente en la mesa en aquellas tiradas de la taba con posición 'carne'.
Horario: el horario de juego de hoy martes se extiende desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la madrugada. En las primeras horas, las apuestas son más flojas que a últimas horas de la noche o la madrugada.
Recaudación: los bares que instalan mesa de juego entregan una cantidad prefijada de dinero prefijado al Ayuntamiento a modo de impuesto. Antiguamente, se efectuaba por medio de un porcentaje. Esa cifra es destinada a gastos relacionados con las fiestas de la capital burebana.
Supervisión y control: las tabas son facilitadas y controladas por el Ayuntamiento de la ciudad. Cada una de ellas está sellada. La Policía supervisa las mesas y comprueba que las tabas no han sido trucadas para evitar problemas.