La vacunación masiva y sistematizada contra la enfermedad del coronavirus terminó el martes pasado en Burgos, por lo que el servicio territorial de Sanidad ya está estudiando la devolución de los excedentes: 75.158 dosis, tanto de Pfizer como de Moderna. Fuentes oficiales afirman que el stock de vacunas almacenadas «es alto», pero subrayan que no se adoptará medida alguna sin haber dado antes respuesta a todas las necesidades de la provincia;es decir, sin haber facilitado la cuarta dosis a las personas para quienes ya está autorizada (con problemas de inmunidad o enfermedades que los conviertan en grupo de riesgo reconocido en la estrategia nacional de vacunación), así como el refuerzo en la población adulta en general y, también, sin haber terminado de completar las pautas de los niños de entre 5 y 11 años. 

A esto se añade la captación de quienes aún no tienen ninguna dosis, que pueden pedir cita. Sin embargo, los datos oficiales revelan que ya son pocas las personas que llaman para recibir ahora el primer pinchazo y, en general, la campaña de vacunación lleva un mes estancada. Avanza, pero muy lentamente y, así, el porcentaje de burgaleses con una dosis lleva semanas rondando el 90% y el de quienes ya tienen las tres está en torno al 52% desde primeros de mes. 

El único porcentaje que está incrementándose últimamente con más rapidez es el relativo a la población con las dos dosis, dado que en marzo se han completado las pautas de muchos de los niños de la única cohorte que todavía estaba pendiente (la de los críos de hasta 5 años). Así, se ha conseguido que un 87,7% de los burgaleses tengan dos dosis y, por tanto, la pauta completa, que es una cobertura altísima para una campaña de vacunación extraordinaria, como ha sido la de la covid. Esos porcentajes, hasta ahora, solo se alcanzan en campañas infantiles muy arraigadas e interiorizadas.

El porqué del estancamiento de las últimas semanas se explica, en parte, por la magnitud de la sexta ola de contagios. A todas las personas que se infectaron alrededor de las Navidades y estaban pendientes de una convocatoria de vacunación (bien para el refuerzo en el caso de los adultos o bien para una segunda dosis en el de los niños de entre 5 y 11 años) se les recomienda que esperen cinco meses desde que se confirmó el positivo para seguir con la vacunación. De ahí que Sanidad destaque que si se llega a acordar una devolución de excedentes, no será ni mucho menos inminente.

A terceros países. El servicio territorial almacena en este momento unidades de diez lotes diferentes: tres del preparado para adultos y otros cuatro del pediátrico de Pfizer/BioNTech y otros tres de Moderna, que son para adultos. En concreto, hay 24.258 dosis para adultos de Pfizer, 24.300 pediátricas y otras 26.600 de Moderna. Entre las tres suman 75.158 dosis, cuyo destino, siempre cubiertas las necesidades de Burgos, serían terceros países.

Y fuentes oficiales destacan que dentro de las necesidades de la provincia se incluye también la vacunación de los viajeros internacionales; un capítulo en el que, se supone, entran los ucranianos que lleguen a España huyendo de la guerra.
Los lotes tienen caducidades variables: desde finales de abril hasta mediados de septiembre.