El servicio territorial de Sanidad presentará este mes un proyecto al Fondo de Investigaciones Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III que pretende determinar cómo repercute el virus de la gripe en la mortalidad general; es decir, se quiere saber en cuántas muertes ha tenido algo que ver el virus de la gripe, bien como factor principal o como un agente más. La iniciativa es multicentro, pero el responsable de Epidemiología en la provincia, José Luis Yáñez, sería coordinador de la investigación en Burgos y en un centro de Navarra. En sendas localidades hay dos funerarias dispuestas a colaborar, aunque, en caso de conseguir la financiación, sería necesario que los familiares de cada persona fallecida autorizaran la participación.
Yáñez explica que la idea es tomar muestras de la faringe de cada fallecido para analizar la existencia de hasta diez virus respiratorios distintos: el de la gripe, el sincitial, el rinovirus, el adenovirus... "No hay ningún estudio en el mundo que determine el impacto que tiene el virus de la gripe en la mortalidad general; se estima cada temporada por el exceso de mortalidad que hay entre diciembre y marzo, pero no se sabe", explica Yáñez, destacando que de ahí la relevancia de esta iniciativa, que dará continuidad a un estudio previo realizado solo en Navarra. "Entonces salió que un 19% de todos los fallecidos por cualquier causa tenían el virus de la gripe", afirma el epidemiólogo, antes de explicar que esto quiere decir que "tiene un papel más protagónico de lo que pensábamos, porque sabemos que los virus gripales difunden en la población, pero igual solo permanecen un día; no pasa, ni perdura ni lo encuentras luego en la faringe".
De ese estudio preliminar se encargó un equipo de investigación de Navarra dirigido por el doctor Jesús Castilla, que ahora volvería a estar al frente del proyecto ampliado. "Es un investigador de primera", remachó Yáñez, sin ocultar su entusiasmo por un estudio que permitiría introducir mejoras en las políticas de prevención. Entre otras cosas porque, además de determinar de qué forma influyen los virus gripales en la mortalidad general, también se estudiará "qué papel juega la vacuna". Es decir, cuántos de los fallecidos tenían o no tenían protección frente a esta enfermedad común, pero no por ello banal. "En Navarra se detectó en el 19% de los fallecidos y esto no significa que fuera la causa de la muerte, pero sí que formó parte de una cadena causal que acabó en muerte", añade el jefe de Epidemiología, poniendo algunos ejemplos: "En una descompensación en una persona diabética, ante ciertas causas cardiovasculares...".
Políticas de prevención. Así, sabiendo en qué enfermedades o circunstancias estos virus pueden acabar adquiriendo protagonismo, las autoridades sanitarias podrían determinar con qué grupos de población hay que extremar la vigilancia o tomar más medidas protectoras que con otros, así como seguir aumentando las recomendaciones de vacunación. Hace años, no se incluía a las embarazadas o a las personas con obesidad; se ha hecho a medida que se ha obtenido información que evidenciaba que esa circunstancia podía agravar una gripe común.
El proyecto se presentará este año a la convocatoria del Fondo de Investigaciones Sanitarias del Instituto de Salud Carlos III y, de conseguir la financiación, se desarrollaría a lo largo del 2021.
De esta manera se pondría otro pilar a la red de vigilancia de la gripe, que en Castilla y León ya se controla en centros de salud y en dos hospitales: el Clínico de Valladolid y el HUBU. Así, no solo se sabe qué cepas circulan y predominan en cada temporada, sino que también se obtiene información sobre los casos en los que la enfermedad se complica tanto como para ser considerada caso grave: es decir, aquellos en los que, además de confirmar la presencia de virus gripal en el laboratorio, hay complicaciones como fallo multiorgánico, shock séptico (presión arterial baja de forma prolongada) y/o neumonía, lo cual conlleva ingreso en la UCI.