El HUBU trata de evitar que la sexta ola cierre quirófanos

Gadea G. Ubierna
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Se opera en 12 de los veinte que hay, en algunos mañana y tarde. Positivos asintomáticos obligan a suspender cirugías y otras se prolongan más de lo habitual por retraso diagnóstico

Cirugías que antes llevaban 2 horas ahora requieren el doble porque la patología llega más avanzada a quirófano. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El HUBU está tratando de evitar que la sexta ola impacte en la actividad quirúrgica, a pesar de que nueve de sus 41 anestesistas están de baja, tanto por infección por coronavirus como por otras causas. Ahora se está programando actividad en doce de los veinte quirófanos del hospital, que Anestesiología mantiene con un 20% menos de la plantilla que tendría en condiciones normales. Fuentes del servicio explican que, para poder hacerlo, han duplicado turnos de tarde y, así, todas las semanas hay varios quirófanos con jornada prolongada; es decir, en los que se opera tanto por la mañana como por la tarde. "El mantenimiento de la actividad se está cargando en los lomos de los profesionales, que acusan el agotamiento", dicen en Anestesia, cuya actividad va mucho más allá de los quirófanos.

En esta fase de la pandemia hay dificultades para mantener una programación quirúrgica ágil por varias y diversas razones. Por una parte, ahora hay casos de pacientes asintomáticos que se enteran de que están contagiados por coronavirus en la puerta del quirófano y eso obliga a suspender la cirugía sin tiempo para reprogramar otra y aprovechar ese tiempo. Por otra, se está viendo que patologías que antes de la pandemia requerirían dos o tres horas de intervención, ahora se van a ocho o diez porque el diagnóstico se ha producido más tarde y el enfermo llega en peores condiciones. Algo que, insisten en Anestesiología, se está viendo incluso en procesos oncológicos. "Aparte de la desgracia humana para el paciente, esa cirugía requiere de más recursos. Si antes podías programar dos en una mañana, ahora tienes una de ocho o diez horas. Y también hay estancias más largas en reanimación", explican desde Anestesiología.

La tercera causa que impide que se puede programar actividad en más quirófanos es de personal: los profesionales tienen autorización para consumir vacaciones no disfrutadas en 2021 hasta el próximo 31 de enero. Y para los días de libre disposición, hay margen hasta marzo. Eso quiere decir que, incluso con una mejora sustancial de la situación epidemiológica y asistencial, hasta finales del invierno no se darán las condiciones para programar en 18 o 20 quirófanos diarios, que sería una actividad 'normal'.

Al HUBU le urge alcanzar ese ritmo convencional, porque las listas de espera no dejan de abultarse. Es de prever que la próxima semana se den datos del último trimestre del año, pero a finales de septiembre eran 7.739 las personas que estaban pendientes de una cirugía y 33.502, de una primera cita con el especialista.

Sin embargo, en las últimas semanas se está perdiendo mucho tiempo de consultas por la sexta ola. Hay un volumen importante de pacientes contagiados que no ha podido cancelar la cita y el día previsto, no acude. Y, así, ese tiempo se pierde.

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