Federico Vélez ha fallecido a los 79 años. Fotógrafo de este periódico durante más de dos décadas -entre 1964 y 1985- Fede aprendió el oficio de su padre, del mismo nombre, y ha sido testigo del crecimiento de Burgos en el último medio siglo. Aunque llevaba varios años lidiando con una enfermedad, hasta los últimos días ha seguido activo en su laboratorio de Laín Calvo. Diario de Burgos y el Archivo Municipal custodian el patrimonio visual de incalculable valor de esta saga familiar.

La capilla ardiente para despedir a Federico Vélez (Burgos, 1943) ha quedado instalada en el Tanatorio de San José y el funeral por el histórico fotoperiodista tendrá lugar mañana miércoles, a las 12.15 horas, en la capilla del mismo tanatorio.

La vida profesional de Federico Vélez (hijo) está íntimamente ligada a la aparición, aquel 6 de junio de 1964 del petróleo en la Lora. «Tenía 20 años, estaba por aquí casi sin hacer nada y mi padre (Federico Vélez González, 1905-1979) no daba abasto como fotógrafo de Diario de Burgos, así que me hizo cargar con la cámara e ir hasta Sargentes», recordaba hace unos años, durante la presentación del libro 'Petróleo de la Lora: 50 años de historia', que contiene más de un centenar de imágenes suyas de aquel acontecimiento histórico.

Fede Vélez, en una exposición retrospectiva con imágenes de su padre de los años 30 a los 60. - Foto: Luis López Araico

Aquel aprendiz -entonces Fedín- aprendió el oficio y con su cámara captó el devenir más reciente de Burgos en una época trascendental, con la dictadura de Franco, el Polo de Desarrollo de Burgos, la transición a la Democracia, el Burgos CF en Primera División...

Ninguno de los grandes acontecimientos que marcaron a la capital fueron ajenos al objetivo de Fede Vélez y de ello dan fe las miles de fotografías publicadas por este periódico a lo largo de estos años, por eso, en junio de 2015, Diario de Burgos adquirió un millón de imágenes de su fondo documental, las correspondientes a 40 años -entre 1944 y 1984- en los que ambos fotógrafos trabajaron para este periódico, con el compromiso de su digitalización, documentación y difusión. 

«Realmente es una parte muy importante de nuestras vidas, de la de mi padre y de la mía. Y no puedo olvidar que fue él quien me dio el empujón definitivo para seguir sus pasos», evocaba Fede Vélez el día que entregaba las cajas que guardaban los cientos y cientos de rollos de los que se iba a desprender justo cuando se cumplían 110 años del nacimiento de su padre.

La asociación 'Vivar Cuna del Cid', de la localidad del mismo nombre, donde Fede residía junto a su familia desde 2004, lamentó esta pérdida y señaló que es "un día difícil". "Se ha ido Fede, un amigo que nos deja un legado profesional y humano imposible de superar", añadieron fuentes de la asociación, que cada año premia a quienes trabajan por difundir y ensalzar la figura del Campeador, y el año pasado entregó la Tizona al histórico fotógrafo burgalés. 

Fede Vélez hijo se ha ido, pero su legado, de incalculable valor para esta ciudad, perdurará para siempre.