Reinventarse para seguir adelante

C.P.
-

Solo cinco jugadores de los casi 40 que han pasado por el Hereda San Pablo Burgos desde que está en la ACB han estado más de dos temporadas en el equipo

Albano Martínez (i.), director deportivo, y Félix Sancho, presidente del San Pablo, charlan en el primer duelo de la ‘era Peñarroya’ en Fuenlabrada, cuando Jasiel Rivero (d.) era un recién llegado. - Foto: Valdivielso

El Hereda San Pablo Burgos está condenado a reinventarse de forma constante para seguir adelante. Desde que milita en la ACB, solo cinco de los casi 40 jugadores que han vestido la camiseta azulona han estado más de dos temporadas en el equipo. El resto, bien por decisión del club o del jugador, han seguido otros caminos.

La época en la que los jugadores permanecían durante un lustro o una década en un solo club es pasado. En el baloncesto moderno, las idas y venidas de jugadores están a la orden del día y solo los conjuntos más grandes son capaces de mantener gran parte del bloque año tras año. 

El San Pablo es uno de esos equipos modestos que está obligado a reinventarse cada verano, más después de la gran temporada que ha hecho y que ha puesto a su plantilla en el escaparate internacional. Hasta ahora, todas las reestructuraciones acometidas han sido exitosas y este verano la dirección deportiva lo tendrá que volver a hacer. Con la marcha de Jasiel Rivero al Valencia Basket, los burgaleses perderán a otra pieza de cara al próximo curso. Al cubano hay que sumar a Miquel Salvó, Jordan Sakho, Omar Cook, Thaddeus McFadden... en definitiva, una buena parte del grupo de la campaña anterior.

Esa es la realidad de los equipos humildes en los últimos años. De los casi 40 jugadores que han pasado por el San Pablo desde que milita en la máxima categoría, solo Javi Vega, Álex López (incluida su etapa en LEB Oro), Álex Barrera, Goran Huskic y Vítor Benite han permanecido más de dos años en Burgos. Cuatro de los cinco formaron parte del plantel que ascendió a la Liga Endesa.

En esa vorágine de llegadas y salidas, McFadden, Salvó y Fitipaldo cumplieron con sus dos temporadas de contrato, pero también ha habido casos de pasos muy efímeros por el club. Tadas Sedekerskis no llegó a jugar ni una decena de partidos, Slava Kravtsov también fue ‘cortado’ antes de final de año, al igual que Dino Radoncic, Ognen Jaramaz o Jean Pierre Tokoto. También fueron cortas las aventuras burgalesas de Oliver Stevic, al que se le hizo un contrato temporal, o Pablo Aguilar, quien protagonizó la etapa más efímera al disputar únicamente la Fase Final Extraordinaria de Valencia.

Por un motivo o por otro, la dirección deportiva azulona debe reinventarse cada verano. Suplir a Rivero, que se reencontrará con Peñarroya tras dos años juntos en Burgos, no será nada fácil, pero ya ha quedado demostrado en las últimas temporadas que el San Pablo es un especialista en reinventarse.