Conocerse a uno mismo, llegar a responder a la eterna pregunta de ‘¿quién soy?’ es resultado de la experiencia y no de la razón. Ese ha sido uno de los descubrimientos que el burgalés José Antonio Hoyos ha hecho a lo largo de los últimos diez años, en los que cambió una acomodada vida como ingeniero de telecomunicaciones en Madrid por la cooperación; primero como profesor de inglés en Tanzania y, después, desde 2015, como docente de francés en un centro de idiomas que la Fundación Vicente Ferrer tiene en India.
En ese periplo, los escenarios y los protagonistas de las experiencias de Hoyos han cambiado, pero él era fijo en el reparto. Eso le ha ayudado a distinguir su «esencia personal» en un largo proceso de introspección que ha culminado con la autoedición del libro Corbatas, kangas y saris. Viajando en vertical, que ahora comparte con el gran público para hacerle partícipe de sus vivencias y conclusiones. La presentación es esta tarde, a las 19.00 horas, en la sala Polisón.
Plantear el libro como un relato de búsqueda de la esencia individual es quedarse corto. Hoyos cuenta que «yo lo veo más como un libro de viajes, porque hay un anecdotario muy extenso. Es el relato de mis experiencias con otras personas, gente de otras razas, con otro pensamiento y de otras culturas... De todo ello se extrae el jugo filosófico, por lo que también hay filosofía, espiritualidad y me atrevería a decir que el libro es un tratado/ensayo sobre la vida. Sobre lo que es y lo que pasa», afirma, matizando que también hay espacio para la muerte, el dinero, el amor, la razón, la ciencia o, incluso, la felicidad. «Si viajas en vertical, si ahondas en ti mismo, acabas encontrándote con todos estos temas, porque forman parte de tu vida».
Él reconoce que todavía no sabe por qué motivo salió de su zona de confort en España -dejó el trabajo y lo vendió todo- para empezar de cero en Tanzania. Y luego, otra vez, en India (...).
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