Marian Peña

Observando al Mundo

Marian Peña


Ni me va ni me viene

19/01/2023

Ríos de tinta han corrido a costa del culebrón del futbolista y la cantante que, con su última creación, ha despertado el morbo de miles de personas en todo el mundo ávidas por enterarse de los reproches que tiene que hacerle a su ya expareja; reacción que explicaría el tan humano y simple afán de cotilleo o el que quizá muchos se sientan identificados con la artista en cuestión porque, en algún momento, les hubiera gustado perpetrar una venganza así, a lo grande, después de haber sufrido una traición amorosa. En cualquier caso, nada nuevo bajo el sol, cantarle al desamor y a la pareja infiel es un tema recurrente en el cancionero universal, como muestran el Puro teatro de la Lupe o la menos poética Rata de dos patas de Paquita la del Barrio, ejemplos hay a montones.

Lo que sí resulta una novedad es que un asunto tan particular como este lleve días acaparando titulares en periódicos y en los espacios informativos de radio y televisión de todas las cadenas de nuestro país, conviviendo con asuntos como la subida de los precios, la guerra en Ucrania, la violencia machista o el intento del gobierno de la Junta de Castilla y León de coaccionar a las mujeres que quieren ejercer su derecho legítimo a interrumpir voluntariamente su embarazo; temas de verdad importantes y de interés general, requisito clave, a mi entender, que marca la diferencia entre lo que es noticia y lo que no y que son los que deberían estar creando un serio debate a todos los niveles, sin que nos dejemos despistar por distracciones de ningún tipo y menos cuando son tan pueriles como la que nos ocupa.

Una vez más los medios de comunicación se ven arrastrados por ese patio de vecinos en el que, en más ocasiones de las deseables, se convierten las redes sociales y han caído en la trampa de considerar noticiable que una cantante, por muy famosa que sea, haya batido récords de reproducción aireando sus temas personales, algo que a la protagonista del asunto le interesa sobremanera, sobre todo por los jugosos beneficios que le reporta, pero que a los demás ni nos va ni nos viene.