El encendido de las luces, las compras navideñas y las comidas y cenas de empresa van a sacar a la calle a más burgaleses de lo habitual, lo que obliga a la Policía Local a preparar un dispositivo especial de seguridad ciudadana. Preocupa especialmente estas tradicionales reuniones de trabajo y amigos en un restaurante, porque a veces hay quien bebe más de la cuenta y puede generar problemas. Pero también el tráfico es algo que inquieta en el cuerpo municipal, más en un año donde los atropellos han sido un auténtico quebradero de cabeza. De ahí que haya cortes al tráfico en todo el centro histórico desde este jueves en las horas centrales de la tarde. Además, los mandos reforzarán las patrullas a pie de calle con 14 agentes más por turno.  

Los cortes de tráfico comienzan hoy mismo. En un principio, durarán hasta el domingo, se retomará el tráfico con normalidad la semana que viene y volverán las restricciones del 22 de diciembre al 6 de enero. Durarán desde las 17:30 hasta las 22:30 y afectarán a las principales arterias del centro histórico. Así, en esas horas no se podrá circular por la calle Vitoria desde Ortega y Gasset hasta la plaza de Mío Cid. Eso significa que estará prohibido el tránsito de vehículos (salvo taxis y autobuses urbanos), desde la avenida del Arlanzón y plaza España por San Lesmes. 

También quedará cortada la calle San Pablo desde su confluencia con Miranda, así como la calle Valladolid desde la Plaza Vega. La Policía Local ubicará en estos lugares a varios agentes que no solo controlarán que nadie quebrante esta restricción, sino que también velarán por la seguridad ciudadana. 

Y es que los mandos han dispuesto un operativo con una treintena de agentes por turno y por día, de los cuales catorce son de refuerzo. Es decir, siete patrullas que estarán muy pendientes de la seguridad ciudadana. Algunas de ellas lo harán de forma permanente en los puntos que, a priori, van a tener una mayor concurrencia. Así, en los días del operativo de Navidad habrá policías de manera fija en la Plaza Mayor, en la Diputación, en los cuatro reyes del Espolón, en el Arco de Santa María y en la calle Avellanos. 

Los controles de alcoholemia serán otro de los pilares sobre los que se sustentará el dispositivo del cuerpo municipal que comienza hoy mismo. Y es que el ocio nocturno es una de las preocupaciones en el último año, pues no solo se ha diseminado por toda la ciudad, sino que además ha originado vandalismo y molestias para los vecinos de varias zonas, como la calle Briviesca, la zona de la discoteca Kaché, las Bernardillas o el entorno del Hangar. 

Pero es que, en estas fechas, hay que sumar los problemas que pueden surgir de las cenas o comidas de navidad que se celebran entre amigos y empresas. De ahí que no solo se harán controles por la noche. También los harán a última hora de la tarde. 

El tráfico, que presumiblemente crecerá a lo largo de las próximas semanas, también es una de las cuestiones que tendrán en cuenta, más aún en un año en el que han fallecido ya seis personas.